• El compromiso social del nuevo párroco de San Martín de Tours

    Una de las más antiguas e importantes iglesias de la provincia de Quillota, tiene un nuevo párroco. Se trata de la parroquia San Martín de Tours, ubicada a metros de la plaza de armas quillotana, donde desde el primero del presente mes, asumió el padre Andrés Valenzuela. Con 46 años, el viñamarino de origen ya ha tenido sus primeros contactos con la feligreces católicos de la ciudad, en los diferentes eventos que se celebran regularmente dentro de la iglesia. Además, inició distintas labores que marcan un interés en el compromiso social.

    "La parroquia es un lugar importante dentro de la zona interior, de hecho, es la más antigua de la diocesis de Valparaíso, y la gente me ha recibido muy bien, son cariñosos y cercanos", comentó el parroco recien asumido.Asimismo, ha comenzado un trabajo de acercamiento con la comunidad de Quillota, presentándose frente a diferentes autoridades de la zona, y visitando varios de los sectores más alejados de la ciudad.

    "Estuve en la comunidades de Boco y Los Lúcumos, y este fin de semana ya espero estar en otras zonas. La idea mía es visitar las localidades más lejanas de aquí del centro, que pertenecen a la parroquia", afirmó la autoridad eclesiástica.

    Estas distintas labores de presentación, las está realizando puesto que su llegada a la icónica iglesia se da para reemplazar al anterior mandamás católico de la comuna, el padre Mario Mardones, quien fue reubicado por decisión del obispado porteño, tras haber estado ocho años junto a los fieles locales.

    "La gente ha sido muy cariñosa y nos han recibido con mucho respeto. Uno los entiende, porque tenían su párroco que estuvo muchos años, y van quedando vínculos, afectos, su forma de trabajo, y claro después viene otro al que tienen que acostumbrarse. Pero aún así, han sido muy afables en este recibimiento", manifestó el padre Andrés.

    Y es bajo esos primeros acercamientos con la comunidad, que Valenzuela ha dado cuenta de la importante creencia católica que existe en la comuna, y de la necesidad que existe por protegerla.

    "Creo que acá en Quillota todavía hay una fe que cuidar, y aunque en todas las partes hay, pero aquí hay todavía costumbres religiosas. Uno lo ve a través de las redes sociales o voy descubriéndolo en las misas dominicales. Si bien yo llevo muy poco tiempo aquí, con la búsqueda de la confensión, eucaristía y procesiones, creo que hay una tradición religiosa", declaró Valenzuela.

    su compromiso social

    Dentro de las preocupaciones para el nuevo párroco de San Martín de Tours, se encuentra la vinculación con la necesidades que puedan tener los vecinos de la comuna, que lo declara como prioritario en sus labores iniciales.

    "Lo primero es conocer al quillotano, aquello que le interesa, preocupa o desafía. También cuales son sus esperanzas. Creo que parto por eso, saber cual es la realidad de la ciudad", sostuvo el nuevo mandamás católico, quien profundizó afianzando que "la misión hoy día es acercarse a la gente y volver a reencantarla".

    Y ese compromiso social del padre Andrés, se enmarca bajo sus inicios dentro de la religiosidad Nacido en un hogar creyente, fueron sus padres quienes le transmitieron la creencia católica, sumado a la experiencia pastoral que vivió en su comunidad de origen, la Villa Independencia de Viña del Mar. Fue así como nació el largo camino que ha llevado dentro de la fe, siempre ligado a la gente.

    EL INCENDIO DE FEBRERO

    Si bien nunca ejerció en la iglesia del sector que lo vio crecer, en la ciudad jardín, siempre mantuvo lazos con los vecinos de la localidad. Esto se debe a que mantuvo su casa en el lugar, y la de su familia, por lo que las visitas al sector eran constantes. Y es por estas razones, que el paso del fuego por el lugar, en febrero pasado, lo golpeó de sobremanera, ya que además de catástrofica situación, la angustia de encontrarse lejos de sus seres queridos lo empeoró.

    Pues al momento del mega siniestro, el padre se encontraba trabajando en el santuario de Lo Vásquez.

    "Perdimos todo. Yo perdí mi casa, la de mis papás, mis hermanos también. Toda mi población se incendió. Pero como he manifestado, doy gracias a Dios por encontrar a mis padres con vida. Porque ese día las comunicaciones fueron nefastas, recien pude llegar al lugar a las 12 de la noche, pasando entremedio del fuego", afirmó el párroco Valenzuela.

    Y fue durante ese mes, quse mantuvo trabajando en la reconstrucción, junto a su comunidad.

    "Estuve colaborando, ayudando a mi familia y vecinos. A lavez también acompañando a aquellos que perdieron un ser querido", declaró la nueva autoridad eclesiástica de Quillota.J