Algo de tranquilidad entregó a Nogales las cifras de casos activos entregados el miércoles por el ministerio de Salud en un nuevo informe epidemiológico.

Esta vez el estudio arrojó que la comuna tiene 40 personas contagiando el COVID-19, una cifra bastante inferior a las 71 que registró la semana pasada y que llevó, a propósito de las proporciones, a Nogales a tener la mayor cantidad de personas contagiadas por habitante, superando a Valparaíso, Viña del Mar y Quillota, todas comunas en cuarentena.

El fin de semana, el siguiente informe bajó en 50 los casos activos y el informe de este miércoles lo volvió a bajar a 40.

Las cifras entregaron tranquilidad a una comuna que a varias semanas de llegado el COVID-19 al país, aún registraba cifras en cero. Pero parte del control, como se ha dicho una y otra vez, pasa por cumplir tres criterios: testear, trazar y aislar.

Y durante la última semana en Nogales salieron a buscar a los asintomáticos, personas que tienen el COVID-19 y que no advierten síntomas. Esta población es la más complicada porque, al no advertir problemas en su salud, siguen haciendo al vida normal y con ello, eventualmente contagiando a otros que sí podrían tener reacciones negativas, principalmente adultos mayores o personas con enfermedades de base.

Y en esta búsqueda activa es que el municipio local informó la realización, durante los últimos días, de 150 exámenes PCR a los vecinos de Nogales y El Melón.

El procedimiento gratuito fue encabezado por el doctor Wilmer Méndez, médico comunal COVID-19, quien indicó que los resultados serán informados a cada usuario vía telefónica y en caso de salir positivo, se coordinará con el paciente los seguimientos y controles correspondientes.

El profesional explicó que la alta tasa de incidencia que tiene la comuna, motivó la realización de este operativo que fue sin costo para los vecinos.

Por su parte la alcaldesa Margarita Osorio, indicó que este operativo tuvo como finalidad proteger a la comunidad en desmedro de los que lamentablemente no se cuidan y que son un alto de factor de riesgo de contagio de COVID-19.

Finalmente, la jefa comunal hizo un llamado a la comunidad a respetar las normas sanitarias y salir de sus viviendas solo cuando sea necesario. J

En total desamparo, sin una farmacia de turno y en medio de la cuarentena en la que se encuentra su comuna, quedaron los quillotanos la noche de este martes 8 de septiembre, debido a que la farmacia de turno aquella jornada no cumplió con su obligación y tuvo sus puertas cerradas. En específico, se trató de "OutletFarma", ubicada en el Outlet Paseo Quillota, en calle Rafael Ariztía.

Esta preocupante situación quedó al descubierto cuando usuarios comenzaron a llegar hasta el lugar y se encontraron con las rejas cerradas. El establecimiento está emplazado en el interior de un pasaje, cuyo acceso estaba bloqueado en ambos costados, por lo que las personas no pudieron realizar la necesaria compra de medicamentos.

En plena cuarentena

Con la no apertura de esta farmacia de turno, en toda la comuna de Quillota la noche del martes no hubo dónde adquirir medicamentos. Esto, sumado a las dificultades propias de estar en cuarentena, llevó a que la única opción para quienes necesitaban algún medicamento fuera intentar por todos los medios disponibles trasladarse a la vecina comuna de La Calera o Limache.

Al ser consultado por La Estrella, el seremi de Salud, Francisco Álvarez, confirmó que esa noche se recibió una denuncia y que hasta el lugar se trasladó personal de esta Secretaría Regional Ministerial. "Fiscalizamos y la farmacia no estaba funcionando. Por lo tanto, iniciamos un sumario sanitario y esta farmacia quedó con prohibición de funcionamiento e hicimos el cambio de turno a otra farmacia", informó.

La autoridad enfatizó que "efectivamente es un hecho grave que una farmacia de turno no esté de turno, independiente de la causa que sea, y sobre todo si no avisaron previamente".

Ahora la farmacia tendrá que hacer sus descargos y entregar los antecedentes para pedir el alza de la prohibición.J

El desarrollo de la candidata a vacuna contra la COVID-19 de AstraZeneca, y que se probará en un centro clínico ligado a la doctora Juanita Pavie en Quillota, sufrió una suspensión al detectarse una enfermedad en uno de los voluntarios para su prueba en el Reino Unido. Una decisión que no es infrecuente en este tipo de procesos, donde prima la seguridad, pero que ha sorprendido al mundo, que espera una solución a la enfermedad. La posible vacuna, desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford, está entre las más avanzadas de los cientos de candidatas que se investigan. J