• El desafío de vivir el fútbol sin poder entrar al estadio

    El 5 de mayo del año pasado, Unión La Calera y Colo Colo jugaron por primera vez en el reconstruido estadio Nicolás Chahuán, y la efervescencia de ese duelo atrajo a 6.365 fanáticos que pagaron su entrada para presenciar lo que en definitiva fue un empate a uno con goles de Juan Leiva para los caleranos y de Esteban Paredes para los albos, quien marcó la igualdad en pleno segundo tiempo a través de un penal.

    Los vendedores de banderines, gorros y bufandas sacaron buenos réditos ofreciendo sus productos en las calles aledañas a los hinchas que iban llegando, mientras adentro del recinto, el café, las bebidas y los sándwiches se hicieron pocos.

    Mañana, a contar de las 18.30, se repetirá el choque entre rojos y blancos en el municipal calerano, pero el ambiente será muy distinto, ya que por las condiciones y medidas sanitarias en que se está jugando el fútbol, las tribunas estarán vacías, solo con algunos medios de comunicación y personal de seguridad.

    Los hinchas caleranos no podrán estar presentes esta vez para apoyar al equipo y reclamar que devuelvan la insignia. Deberán vivir el partido desde sus casas, lo que es particularmente extraño para aquellos fanáticos que viven en las cercanías del recinto deportivo, y que cruzando la calle iban antes a ver a Unión La Calera.

    Justo al frente del estadio, en la calle Baquedano, Florentina Jamett señala que "es una lata no poder ir al estadio, sobre todo para este tipo de partidos. Yo trato siempre de apoyar al equipo y tendré que seguir el partido a la distancia, estando tan cerca. Además, yo acá tengo mi negocio y en los días de fútbol suben harto las ventas con la gente que viene, pero ahora no vendrá nadie. Además, en los partidos en que han venido los equipos grandes, no se han producido problemas con las barras bravas, no ha pasado nada, así que tampoco es un alivio que ahora no venga la Garra Blanca".

    FALTA RECREACIÓN

    En la calle Miraflores, Juan Honorato considera que es "malo no poder ir al estadio, falta que abran los estadios porque el fútbol es una recreación para mucha gente, salen buenas tallas en la galería, eso también se extraña. Este año fui al partido con los brasileños, llevé a mi hija a ese juego de la Sudamericana, con la Católica también fui".

    Este vecino del estadio se las deberá arreglar para ver el partido, y dice que la solución que encontró es tecnológica. "Tengo una tablet para ver el fútbol y así me las arreglo, porque la señal de repente se queda pegada, así que no es lo mismo, pero en mi caso al menos, no me queda otra".

    En el caso de Juan Urrutia, su preocupación es para quienes se abonaron, "ya que ellos son los que están perdiendo ahora. Es lamentable no poder ir al estadio, yo todavía me acuerdo cuando Calera le ganó 6-1 a la "U", porque parecía equipo europeo, ahora igual están jugando bien. Además, es cierto que uno lo puede ver por la televisión, pero la imagen llega desfasada, y aquí al frente escucharé antes desde el estadio cuando haya un gol".

    Este aficionado, que asegura que hasta hace poco jugaba en ligas amateur, dice que los que más sufrirán por no poder ir al estadio, "son los hinchas más exitistas que van cuando el equipo anda bien o cuando se juegan este tipo de partidos".

    Especial es la situación de Nicolás Chacana, pues cuenta que desde chico se acostumbró a ir al estadio a los partidos de Unión La Calera, "ya que mi abuelo Vicente vendía las entradas en la boletería cuando la puerta principal estaba en la esquina de Esmeralda con Teresa. Después comencé a ir con mi papá, porque él iba a vender galletas y bebidas a los hinchas. Yo heredé la veta de comerciante, pero me instalé aquí afuera de mi casa con empanadas y bebidas, los hinchas que justo entran por este lado, me compraban harto, cuando podían venir a los partidos. Me hacía como 250 lucas. Ahora solo me compran los guardias y el personal del CDF".

    Chacana igual es hincha calerano y le da lata no poder ir al estadio, aunque su alegato va por el lado de la televisión. "Igual no todos tienen para pagar el CDF, costaba menos juntar las cinco luquitas para ir a los partidos de local. Creo que los canales de televisión abierta podrán dar también los partidos, Chilevisión transmite solamente uno, y nunca el mejor de la fecha", dice este aficionado mientras luce un collage de fotos que armó con sus recuerdos en el estadio.

    CENSURA VIRTUAL

    Justo en la esquina de Baquedano con Esmeralda, donde quedaba una de las entradas del antiguo estadio, vive Mauricio Rojo, quien opina que "cuando avance el plan paso a paso, podría permitirse que vayan hinchas al estadio, por lo menos con aforo reducido, haciendo entrar al público de a poco, no sé, creo que las autoridades tendrán que encontrar una fórmula. Es que como la ciudad está además en cuarentena, ni siquiera uno puede andar por las afueras del estadio por si se ve o se escucha algo. Cuando hay un gol uno lo escucha antes que la transmisión televisiva, porque lo anuncia el locutor del estadio".

    Rojo señala en todo caso, que solo estaba yendo a los partidos de visita, incluidos los duelos en Brasil por la Copa Sudamericana el año pasado y este 2020, "ya que como local no voy, como protesta a los dueños del club porque no han devuelto la insignia. De hecho, quiero acusar que yo y otros hinchas, hemos sido censurados por el Canal del Fútbol en esa instancia que ofrecen, el tablón virtual. Me sacaron de pantalla, me eliminaron del zoom que hacen. Eso sucedió en el partido anterior porque me puse una camiseta que dice 'devuelvan la insignia'. Considero que se trata de un atropello a la libertad de expresión". J