• Hospital es pionero en tratamiento para el pie diabético

    Hace dos años la estadística de amputaciones entre pacientes diabéticos que llegaban a tratarse desde distintos puntos de la región al Hospital San Martín de Quillota rondaba el 30%. Hoy, producto de una minuciosa labor llevada adelante por un equipo de trabajo multidisciplinario, ese número bajó al 10%, detalla con satisfacción quien encabeza este grupo de profesionales, el doctor Jaime Aguilar Castellón, traumatólogo con especialidad en pie diabético y referente quirúrgico de la Unidad de Pie Diabético del establecimiento.

    Junto a su equipo de trabajo, Aguilar se esmera en lograr la recuperación de heridas crónicas en pacientes diabéticos; por eso no dudó en aceptar la posibilidad de iniciar un nuevo tratamiento de uso tópico en base a cobre, denominado Cupersan.

    Este producto, que tiene la aprobación del ISP, pero que aún no es masificado, llegó hasta el establecimiento de salud quillotano para ser "una herramienta más del arsenal de trabajo para el tratamiento del pie diabético", indica Aguilar, quien pese a reconocer que ha dado buenos resultados, insta a mantener la cautela, porque "aún está en el proceso de abrirse camino. No es la panacea (...) porque la patología del pie diabético es una patología sumamente complicada, en la cual entran otros factores", añade.

    Según detalla el médico de origen venezolano, hasta el momento alrededor de 50 personas han sido sometidas al tratamiento con Cupersan. En todos estos casos, cuenta Aguilar, "yo les llevo el seguimiento, el control de cada uno de los pacientes, con control clínico y fotográfico".

    Si bien los resultados de Cupersan han sido prometedores, Aguilar hace hincapié en la relevancia de la prevención para evitar complicaciones. "Es importante que se pueda hacer divulgación al ciudadano para que cuide su alimentación y no se transforme en diabético, y aquel que ya es diabético, se cuide al extremo (...) Si los pacientes se cuidan, dejan el cigarrillo, dejan las bebidas que son sumamente dulces, gaseosas en general, cuidan su dieta, bajan de peso, controlan su glicemia, no ocurriría", explica.

    En Quillota, el tratamiento con Cupersan en personas diabéticas cumple cuatro meses, pero la relación del producto con ese tipo de pacientes viene desde mucho antes, con muy buenos resultados. Si bien las primeras aplicaciones se hicieron en cercanos a sus creadores que habían desarrollado úlceras por presión y otro que recibió un implante de oreja, el momento en el cual se decidieron a masificarlo fue precisamente tras ver buenos resultados en un paciente diabético.

    Sobre ese caso, detalla Rafael Méndez, ingeniero en Biotecnología, socio fundador y actual gerente general de la startup Cuperscience, "en el hospital de Villarrica el equipo de cirugía logró evitar la amputación de un pie a un paciente de 60 años, diabético, al cual ya se le habían amputado en dos ocasiones dos dedos del mismo pie. El pie se había vuelto a complicar, la herida no cerraba, estaba infectada, los tratamientos convencionales no estaban funcionando y estaban a punto de amputar el pie (...) Motivados por los buenos resultados de otros casos clínicos (no tan graves como este), deciden incorporar Cupersan en el tratamiento".

    Luego de comenzar con el tratamiento, añade Méndez, "los resultados positivos se notaron a los pocos días de comenzar las aplicaciones. A los 60 días de iniciado el tratamiento, el cirujano vascular jefe nos llama para informar que estaban salvándole el pie al paciente de 60 años, habían sacado lágrimas de alegría y que por favor enviáramos más muestras (…) Luego de ver las fotos del caso clínico quedamos muy sorprendidos y nos dimos cuenta de que teníamos la importantísima responsabilidad de compartir esta nueva herramienta con todos los cirujanos vasculares del mundo".

    el tratamiento

    Las heridas crónicas se caracterizan por estar infectadas con bacterias que se agrupan formando biofilm bacterianos y que son difíciles de erradicar; generalmente son exudativas y tienen niveles exacerbados de proteasas, enzimas que se encuentran en el lecho de la herida estancando el desarrollo de la granulación y macerando el tejido circundante.

    El tratamiento, detalla Méndez, comienza aplicando Cupersan, el cual tiene tensoactivos y un complejo de acido láctico con cobre que es capaz de ablandar el tejido macerado, favoreciendo la limpieza del tejido esfacelado y el biofilm bacteriano por arrastre mecánico.

    Luego de esto se aplica el gel que contiene cobre y aloe vera, que proporciona condiciones ideales al lecho de la herida para evitar la maceración, evitar que los biofilms se vuelvan a 'instalar' y favorecer la granulación.

    El gel actúa inhibiendo a las proteasas que se encuentran en el lecho de la herida y por lo tanto permitiendo que la lesión pueda comenzar la etapa de granulación. Este tratamiento está indicado para heridas crónicas infectadas, úlceras de pie diabético, úlceras vasculares, úlceras venosas, úlceras varicosas, úlceras arteriales, úlceras mixtas y úlceras por presión o escaras.

    El equipo de CuperScience busca llegar a otros establecimientos de salud para que se sumen al desarrollo de la campaña. Por lo pronto, quienes estén interesados pueden entrar a la página web www.cuperscience.cl y ponerse en contacto con el equipo de la startup. J