• Pruebas en EE.UU

    Mientras las vasijas están siendo restauradas por Patricia Yáñez en su taller, los cuerpos son estudiados por una antropóloga física en el museo de La Ligua, lugar donde ella trabaja, y más tarde serán destinados a embalajes especiales. La idea es que restos milimétricos de ellos puedan ser enviados al extranjero, especialmente a Estados Unidos, para ser sometidos a análisis más específicos, como de isótopos estables o carbono 14. Pero para ello aún no hay recursos asegurados y el equipo deberá darse a la tarea de buscar ese financiamiento. Estos análisis específicos darán datos de incalculable valor sobre el comportamiento de la comunidad prehispánica en que se desenvolvían las personas cuyos cuerpos fueron descubiertos. Garceau detalla que "con los restos humanos, que nosotros técnicamente les llamamos restos bioantropológicos, tienen un potencial tremendo de información, no solamente la información de edad, sexo, patología y desgaste óseo (...) Con los isótopos podemos saber qué es lo que comían, si tenían más aporte de maíz, por ejemplo, o proteínas animal o productos el mar".