• La historia del limachino que recorre el fondo submarino con su lente

    Con una medalla de oro en el pecho y una bandera chilena desplegada con la consigna "No a Dominga", el limachino José Tomás Yakasovic hizo historia al conseguir la medalla de oro en dos categorías en el mundial de fotografía submarina, certamen poco conocido pero que esconde toda la belleza y misterio de las profundidades del mar.

    Tras regresar al país, desde una residencia sanitaria en Algarrobo, José Tomás Yakasovic conversa con La Estrella de Quillota-Petorca y cuenta el trasfondo de su participación en el certamen internacional. El joven de 26 años es oriundo del sector de Limache Nuevo, pero sus primeras experiencias con el mar las vivió en Valparaíso, en el sector del muelle Barón, donde hizo sus primeros registros bajo el agua.

    "Partió todo junto, yo había agarrado una cámara alguna vez, pero no con buenos resultados; al final partí buceando, conseguí un GoPro y empecé a grabar, caché que no me gustaban tanto los videos, sino más la foto, y me puse a averiguar cómo hacerlo, cómo tomar mejores fotos bajo del agua, y caché que había todo un mundo de fotografía submarina", rescata sobre aquellas primeras experiencia.

    Hoy compite con equipo profesional, utiliza una cámara Nikkon tipo reflex con una carcasa de aluminio y cierre hermético que permite manipular la cámara bajo el agua. Baja hasta 30 metros de profundidad, con equipo completo de buzo y un tanque de aire comprimido.

    Durante su formación, llevó su actividad a Quintay, Algarrobo y más recientemente a Chañaral de Aceituno, en la Región de Atacama; de ahí su preocupación por el proyecto de Dominga. "Yo creo que a todos los buzos les afectó ese tema", dice.

    Yakasovic relata que en 2018 supo que había competencias profesionales y un circuito nacional. Entró a una convocatoria especial que le permitió competir en el nacional de fotografía submarina.

    Su primera experiencia mundialista fue en Tenerife (Islas Canarias, España), donde compitió con los mejores exponentes del mundo, anticipando lo que vendría dos años después, en la isla de Port Santo, Portugal, cuando obtendría las dos preseas doradas.

    categoría pez

    La competencia se realiza cada dos años, con alrededor de 20 equipos en competencia y tiene un estricto reglamento. Es organizada por la Confederación Mundial de Actividades Subacuáticas (CMAS), que dispone de seis categorías, de las cuales cada equipo puede participar en cuatro (el equipo chileno ganó en las categorías Pez y Macro libre).

    En el lugar de competencia, los fotógrafos deben llevar su cámara y presentar su tarjeta de memoria, la que debe ser formateada en presencia del staff del torneo; luego se pega un adhesivo en la ranura de la tarjeta, para evitar que sea cambiada.

    Antes de entrar al agua, los fotógrafos deben registrar una foto indicando el día de competencia y luego otra al salir del agua, para asegurar que todas las imágenes que presenten hayan sido tomadas durante la jornada oficial.

    Después del buceo, se entrega la tarjeta a la organización para que copien todos los archivos; luego las pueden revisar y notificar a la CMAS cuáles son las cuatro fotos seleccionadas para competir por una medalla.

    Sobre la actividad que practica y su estilo personal, el limachino explica que "siempre busco innovar, cosas que poco o nadie ha hecho acá en Chile generalmente, porque afuera casi todos hacen cosas nuevas, entonces uno viene de ida y ellos ya están de vuelta con las técnicas. Busco poder dominar todas las técnicas posibles, y una vez llegando a los lugares de competencia, empezar a bucear y cachar los animales que hay, y ver qué técnica sirve para hacer la foto. Uno va haciendo descarte".

    "Uno tiene que estar despierto, sacar (la foto) rápido y sacarla justo, porque al animal no lo puedes mandar a hacer lo que quieras", añade.J

    Partí buceando, conseguí un GoPro y empecé a grabar, caché que no me gustaban tanto los videos, sino más la foto".

  • "no a dominga"

    José Tomás compitió en el Mundial de Portugal con su compañero, el viñamarino Gustavo Duarte, cofotógrafo que lo asiste en los buceos. Revela que el día final de la competencia ambos habían pensado exhibir un mensaje alusivo al escándalo de la minera Dominga. "Lo teníamos conversado, pero fue como el último día. De hecho, antes de la premiación estábamos pintando la bandera", cuenta.