• Enfatizan necesidad de proteger antiguos bosques de La Ligua

    La conservación y protección de los ecosistemas naturales es una preocupación que debiese ser generalizada, en consideración a los efectos que ha ocasionado en todo el mundo el cambio climático. En particular, en la provincia de Petorca, se han tomado en cuenta estas circunstancias y, a raíz del encargo hecho desde la municipalidad de La Ligua, el biólogo Salvador Donghi Rojas realizó el estudio denominado "Diagnóstico ambiental estratégico para un desarrollo sostenible".

    Aquel estudio fue llevado a cabo durante los años 2017 al 2018. En la actualidad, tras esa primera fase, el equipo de trabajo de la bioconsultora Simbiosis, dirigida por Donghi, centra sus esfuerzos en el proyecto de preservación de las asociaciones relictuales de la comuna.

    En biología, un relicto se refiere a los remanentes supervivientes de asociaciones biológicas, o a especies vivas, con una distribución muy reducida por causas naturales, comparada con la que anteriormente tuvieron. Muchas especies actualmente en peligro de extinción han sido convertidas en relictas por el ser humano.

    Ordenanza

    Esta labor se realizó con miras a alcanzar una modificación de ordenanza ambiental para bosques relictos de parte de la municipalidad de La Ligua. De hecho, en su sesión del miércoles 20 de enero de 2021, Concejo Municipal -presidido por el alcalde Rodrigo Sánchez- aprobó la incorporación en la Ordenanza Municipal Mediambiental de medidas para resguardar los bosques relictos ubicados en tres zonas del territorio comunal: Quebrada La Higuera, el sector alto del cordón Pulmahue y Quebrada Las Tablas.

    De acuerdo a lo indicado por el biólogo, esto "permitirá declarar la zona de estudio como área de conservación ecológica y protegerá todas las asociaciones relictuales descubiertas hasta el momento".

    En específico, señala Donghi, este estudio propuso la protección de las cuencas que albergan a tres formaciones vegetacionales: microcuenca del sector Quebrada La Higuera (2.470,84 hectáreas, bosque relicto de interior con una extensión de 39 hectáreas); microcuenca del sector Quebrada Las Tablas (555,82 hectáreas, bosque relicto costero de 28,4 hectáreas) y microcuenca del sector alto del cordón Pulmahue (170,63 hectáreas, bosque higrófilo variante de neblina de 8,78 hectáreas), lo cual significa un importante paso, a nivel comunal, en la protección de dichas áreas.

    Los más recientes estudios realizados por la consultora se centraron en definir la asociación vegetal de los bosques relictos de olivillo, su extensión y la definición de las cuencas hidrográficas de las que forman parte, tanto del sector de La Higuera, como del Cerro Pulmahue. En este proceso, la bioconsultora ha trabajado junto a profesionales de áreas relacionadas a la geografía, la biología o el derecho ambiental, amparados por el amplio apoyo de comuneros y residentes del sector, específicamente de La Ligua y Pullally.

    "Entidades únicas"

    Aunque los bosques relictos han sido objeto de amplios estudios científicos, Donghi sostiene que los bosques relictos de olivillos descubiertos en la comuna de La Ligua no están citados en la literatura académica, constituyéndose como nuevas unidades que sitúan a la comuna como uno de los mosaicos biogeográficos más relevantes del ecosistema mediterráneo de Chile central.

    "Si bien la comuna se caracteriza por poseer este tipo de bosque (relicto), el cual podría definirse como una formación vegetal viviente que queda como vestigio de algún tipo de flora que predominó en un pasado lejano (más de 100.000 años por lo general) y que en la actualidad se encuentra en una zona de limitada extensión y en proceso de retroceso o extinción, también existen otros tipos de ecosistemas que requieren ser preservados, debido a su condición de entidades únicas e inéditas en este tipo de ecosistema", destaca el biólogo.

    Específicamente, en el caso de los bosques relictos de olivillo, Donghi añade que "se trata de proteger un vestigio natural que actúa como registro de condiciones paleoclimáticas ya desaparecidas en el centro-sur del país, y que no solo se constituyen en una pieza clave de interés científico para comprender la evolución de nuestra vegetación, sino en un actor clave en el contexto de la adaptación al cambio climático, debido a su función de capturar agua de la neblina, la que podría superar largamente al agua aportada por las lluvias invernales, y eso, en zona y tiempos de sequía, permitiendo a las comunidades adyacentes contar con un suministro de agua constante".

    Lo particular de los hallazgos es que no solo se refiere a la especie olivillo, sino a un ecosistema compuesto por especies acompañantes que diferencian al relicto de interior y al relicto costero, donde existen marcadas diferencias, "convirtiéndolos en ecosistemas únicos que aún no están citados en la literatura científica", acota el director de Simbiosis. J