• Unión La Calera se farreó la oportunidad de saltar a la punta

    Era un partido que estaba en la mira de muchos el de Unión La Calera con Deportes Iquique, porque el resultado tenía incidencia en la pelea por el título y en la lucha por zafar del descenso. En ese escenario, los dragones celestes mostraron más ambición para torcer un destino que parecía condenarlos, ya que al término del primer tiempo perdían por la cuenta mínima y terminaron con diez hombres.

    Todo lo contrario Unión La Calera, que no supo manejar la ventaja que tenía en el marcador y en jugadores. Los rojos bajaron increíblemente en el segundo tiempo y en todo: en fútbol, en físico, en claridad. De esta forma dejaron escapar un partido que significaba alcanzar a la Católica en la punta. Una oportunidad preciada más que dejan pasar los pupilos de Juan Pablo Vojvoda.

    El compromiso empezó con un ganoso Iquique que poco a poco cedió al toque del cuadro local, que empezó jugando sin volante de contención.

    Le costó desenredar el juego a Calera y solo dos llegadas de Andrés Vilches llevaron peligro al arco visitante. En la primera el ariete remató desviado, pero en la segunda ocasión empujó un balón con suspenso al pórtico tras un buen desborde de Rodríguez.

    Iban 25 minutos, pero después de la apertura de la cuenta nunca dio la sensación real de que Calera lo podía liquidar. Ni siquiera cuando fue expulsado el zaguero Matías Blázquez por golpear sin pelota a García.

    SE DERRUMBÓ TODO

    La segunda etapa mostró la peor cara de un equipo calerano que se supone está peleando el título. Con diez, Iquique se lo llevó por delante por largos pasajes y mostró un hambre por dar vuelta el resultado que le dio frutos ante un local que retrocedía y que no era capaz de administrar bien ninguna salida.

    Diego Fernández tuvo el espacio para rematar desde la entrada del área y empatar, en un gol que se ajustaba a lo que pasaba increíblemente en la cancha.

    Mientras, la respuesta del técnico calerano fue sacar a Castellani, aunque ya antes el equipo había perdido el control del partido.

    Los minutos finales fueron de infarto, ya que Calera presionó de manera más bien ciega y, con un par de centros, estuvo cerca de vencer a Sebastián Pérez, pero el portero zafó bien incluso cuando Leiva lo enfrentó mano a mano.

    Lo que vino al final fue de terror, ya que mientras los rojos se quedaron alegando un posible penal, el contragolpe fue tan fulminante que el argentino Guido Mainero se fue en una aventura personal heroica que culminó con un gol que vale oro para un Iquique que demostró que de verdad quiere salvarse.

    En cambio, Calera dejó la angustiante sensación de que la mochila de estar peleando el título le pesa, y demasiado. J