Hace aproximadamente seis años, Joe Vivace regresó a Chile tras pasar un largo tiempo en Islas Canarias trabajando como pianista en hoteles y barcos de Tenerife. Desde entonces, vive en Papudo, comuna que lo reconoce como un gran artista que aporta a la cultura de zona.

Luego de estudiar en un conservatorio de música chileno y emigrar al archipiélago español, Joe se instaló en la ciudad de la Región de Valparaíso y decidió presentar sus habilidades artísticas a los habitantes de la zona.

piano y clases

Bajo esa premisa, Joe inició con sus shows de piano en restaurantes y comenzó a impartir clases para los interesados. Sin embargo, fue el verano del 2020 que cambió su forma de hacer su espectáculo musical y concentró la atención de los habitantes de Papudo.

El músico instaló su particular piano en la vereda de la calle Chorrillos, a las afueras de los locales del sector. Allí, realiza su espectáculo en el que además toca el acordeón, alegrando la tarde de quienes transitan por allí.

Según contó Joe Vivace a La Estrella de Quillota, el entorno que se genera es muy agradable, las personas disfrutan de las melodías y se reúnen a su alrededor. El pianista destacó que su arte es de gran interés para los jóvenes. "Muchos de ellos no han tenido la oportunidad de escuchar música clásica o jazz, porque las radios de ahora transmiten canciones más populares, entonces yo en la calle les doy la posibilidad", explicó.

Joe ya es conocido en la comuna por esta actividad, no sólo por las melodías con que se presenta, sino además por su característico instrumento. El piano que acomodó en plena calle data de 1867 y está desarmado, por lo que permite que los espectadores puedan ver sus cuerdas.

"Esto es uno de los puntos que más llama la atención, porque yo muestro el esqueleto de un instrumento que es una verdadera reliquia. Lo compré acá, en un campo, porque estaba abandonado, y lo arreglé", contó el músico.

Además, el artista realiza clases particulares para quienes deseen aprender o perfeccionarse en el piano. Sus lecciones han continuado a pesar de la pandemia, enfrentando las dificultades de la virtualidad.

Según indicó, la juventud es también el público que más se interesa por el aprendizaje. "Esto sirve para potenciar las habilidades musicales en los jóvenes de las villas, y les abre un nuevo mundo de entretención, que es distinto a otras actividades más típicas como el deporte", destacó. J