• Fue buzo en las playas de Arica y ayudó a filmar un documental

    Un tranquilo vecino de la calle 25 de Mayo de La Calera, en el barrio cercano al Estadio Municipal, quien vive con su esposa y su madre, esconde muchas historias para contar. Se trata de Eduardo Barrera, quien de joven abrazó de la vida de los uniformados, ya que fue parte de la Fuerza Aérea, viajó por Chile y países vecinos como auxiliar de una empresa de buses, y ya radicado en la ciudad de Arica, se dedicó a comerciar diversas mercancías entre territorio nacional y la limítrofe Tacna.

    Después Barrera manejó un taxi colectivo por las calles de la Ciudad de la Eterna Primavera y así hizo contactos hasta conocer a unas personas que se dedicaban al buceo en las playas ariqueñas, actividad que le gustó. "Organizamos con otros dos buzos una pequeña empresa y nos dedicábamos a ofrecer circuitos de buceo a los turistas y les arrendábamos los equipos para que se sumergieran. Pronto adquirimos equipos de fotografía y filmación, y así hacíamos expediciones para buscar gente que se había hundido en el mar, tomábamos imágenes de barcos para ver si presentaban fallas, o desenredábamos redes de los pesqueros. También colaborábamos en las áreas de manejo de especies protegidas como el ostión y tantas otras que después fueron arrasadas por la pesca industrial", cuenta este patiperro calerano.

    De esa manera, y con la experiencia que tenían para hacer registros bajo las cálidas "aunque turbias" aguas de la costa ariqueña, fueron elegidos por una productora audiovisual para prestar colaboración en un documental histórico sobre una antigua nave de la armada peruana hundida desde los tiempos de la Guerra del Pacífico.

    HALLAZGO BAJO EL AGUA

    Fue en 2007 que Eduardo Barrera, junto a otros colegas buzos, se puso a las órdenes de la firma SVA que realizaba "Manco Capac, la última estela", trabajo de 35 minutos que buscaba rescatar la huella perdida de la embarcación peruana que tenía ese incaico nombre, y que había combatido junto al Huáscar en la Guerra del Pacífico.

    El Manco Capac era un acorazado de más mil toneladas que había participado en un episodio poco conocido de la historia, como es el Combate Naval de Arica.

    "Tuvieron que pedir permiso en el consulado peruano y la asesoría del Ejército para elaborar los trajes a la usanza de la época que se usaron en la recreación. Con dos filmadoras nos sumergimos para dar con el barco. Como es muy oscuro bajo el agua, llevábamos linternas y varillas para ir palpando hasta que dimos con el lugar exacto donde estaba hundido el Manco Capac, que solo de eslora tenía 70 metros", recuerda Barrera.

    Fueron necesarias dos expediciones submarinas de este calerano y sus compañeros para cumplir la misión. "En la primera buscamos la nave, o lo que quedaba de ella, hasta encontrar el lugar a 15 metros de profundidad, y en la segunda ya fue para tomar las imágenes que se requerían para el documental. Gastamos en total 14 tanques de aire, pero de todo lo que logramos filmar, al final salieron como 15 segundos en la película que duraba 35 minutos. Es que era muy oscuro donde estaba el barco y por eso no incluyeron más de esas imágenes", explica este exbuzo, quien ya echó raíces en su tierra natal y se dedica a una amasandería ("Eldita") que instaló en su casa junto a su mujer, Verónica Camus.

    Antes había manejado un colectivo igual que en Arica, pero no le gustó el ambiente de ese rubro en La Calera. El pan y las masas le dan más réditos ahora, y le permiten un pasar más tranquilo para recordar todas las aventuras vividas en el norte. J