• Comerciantes de Lorca Prieto piden que saquen barreras que los aíslan

    Cuando decretaron cuarentena en la ciudad de Quillota, en el calle Lorca Prieto comenzaron a vivir una inusual situación, pues a un lado no podían salir de sus casas, mientras en la vereda del frente sí podían hacerlo por estar dentro de los límites de la comuna de La Cruz.

    Pero al ingresar, algunas semanas después, esta última localidad también en confinamiento sanitario, se formó un vasto territorio de tres comunas en cuarentena, sumando también a La Calera, por lo que las restricciones de traslado ya no son tan estrictas dentro de estas ciudades, ya que los controles se concentran en la salida norte de Calera y en el límite urbano de Quillota saliendo hacia Limache.

    Es por esta razón que los comerciantes que se agrupan en el sector de esta arteria limítrofe, entre Quillota y La Cruz, se sienten perjudicados por unas pesadas barreras estilo new jersey de hormigón, que fueron puestas para impedir el paso de vehículos desde el lado quillotano al lado crucino y viceversa.

    Sin embargo, los locatarios y varias personas del lugar consideran que ya no es necesario tener cortado el tránsito. Justo ese pasaje desemboca en los locales comerciales y por eso el alegato de uno de estos locatarios, Mario Ovalle, quien tiene un negocio de artículos de aseo, representa a sus vecinos y dice que "estas barreras al estar ahí nos afectan igual como locales, porque la gente que nos prefiere tiene que salir a dar la vuelta hasta 21 de mayo. Pienso que ya no tiene sentido desde que se fue el control de los militares. Ya no cumplen ninguna función práctica, hoy ya quedaron obsoletas. Estaban ahí para funcionar como un embudo y todos los vehículos terminaron por el control, el cual ya no existe hace más de dos meses".

    ¿Quién las saca?

    De esta manera, y con estas barreras que no han sido sacadas del lugar, como sí sacaron las que no permitían el paso entre La Calera e Hijuelas por Rabuco, no son pocos los residentes de las casas que están hacia el territorio de Quillota que se encuentran con estos obstáculos.

    "Si tú optas por comprar en un lugar, y te encuentras con esto, mejor sigues para otro lado o buscas dónde te quede más cómodo para estacionar. No sabemos claramente quién tiene la responsabilidad sobre estas barreras. Dicen que es asunto de los militares, de la gobernación; tengo entendido que los municipios no tienen nada que ver", presume Ovalle.

    Este comerciante añade al respecto que "no es que bajen tanto las ventas, pero sí es molesto para la gente que viene a comprar. Para qué buscamos molestar al cliente con los accesos, con esto que no tiene ninguna función práctica, sobre todo si ya no se necesita desviar a los conductores hacia el control sanitario que, reitero, ya hace rato no existe".

    Sin duda, las molestias son para quienes necesitan pasar a comprar y para los locatarios que han debido pasar por tiempos difíciles para mantener sus negocios en pie. J