• Con alcohol gel y sin alcuza: así se come en la nueva normalidad

    Martes 13:00 horas y mientras en las comunas con cuarentena -como Quillota, La Calera y La Cruz- los restoranes solo venden comida para llevar o en formato delivery, en la comuna de Hijuelas ya han vuelto a la atención de público. Para vivir esa experiencia es que viajamos hasta "Los Tres Hermanos", un negocio familiar que comenzó como picada de mote con huesillo hace 7 años, pero con el tiempo agregó comida al paso y luego almuerzos. El pollo, en sus distintas y variadas alternativas, es el plato que más se pide, y la empanada, un infaltable del lugar.

    Ahí llegamos para, luego de siete meses, sentarnos en una mesa de restorán y almorzar. Esta nueva normalidad es la que gozan desde hace ocho días comunas como Nogales, Hijuelas, Olmué, Limache y todas las de la provincia de Petorca. Es decir, la totalidad de las ciudades en donde no se ha decretado la cuarentena y que, por defecto, pasaron a ser ciudades en Fase 3 del plan "Paso a paso".

    Sin alcuza

    Lo primero que advertimos al llegar a "Los Tres Hermanos" (camino al Parque La Campana, por el acceso Ocoa) es que las mesas están dispuestas para atender al público solo en el exterior. El local tiene terraza y eso permite disponer de mesas para atender a los comensales manteniendo la distancia de 2 metros entre mesa y mesa. Hay también algunas dispuestas bajo techo, pero ahí aún no pueden atender en esta fase de la reapertura, que solo permite utilizar el 25% de la superficie total del restorán. El protocolo establece que no debe haber techo y si lo hay, más de 25% de la extensión de las paredes deben estar libres.

    Ángela Vera Maturana, una de las encargadas del local, nos cuenta que ya trabajan para botar una pared y así cumplir con la normativa y poder agregar algunas mesas más en el exterior y así aumentar la oferta disponible.

    Al pisar el restorán lo primero es la recepción. Ya nadie puede llegar y buscar mesa, ahora hay que esperar en el acceso. Ahí nos hacen preguntas básicas para estos días: ¿tiene diagnóstico COVID-19 positivo?, ¿tuvo contacto con enfermos?, ¿tos, dolor de cabeza? Luego de eso, toma de temperatura, lavado de manos con alcohol gel y si todo está bien, se puede pasar. En minutos, ya estamos todos en la mesa.

    Lo primero que advertimos es que no hay alcuza. Lo único que existe en la mesa es un frasco de alcohol gel.

    Sin los avances de las grandes ciudades, acá se escucha la oferta del menú de voz de la mesera y se elige. No hay carta física, tampoco código QR. Vamos por una empanada, ensalada, puré de la casa y carne cocida. Pedidos tomados y a los minutos llegan las empanadas.

    La joven que nos atiende luce una impecable mascarilla y como buenos comensales, cuando ella se acerca nos ponemos las nuestras. Ya cuando se retira, seguimos comiendo sin mascarillas.

    A falta de alcuza, la sal y el aceite ahora vienen dispuestos en sachets personales, uno al lado de cada comensal. En el mismo plato para el pan está la servilleta. Todo pensado para que no exista contacto entre objetos de una u otra persona. Al minuto llega la bebida, la ensalada -cada una con su limón-, el plato de fondo y hemos vuelto, luego de siete meses, a disfrutar de un plato de comida con vista, por acá, a los campos de Romeral.

    Un cambio

    A cargo del restorán está por estos días Ángela Vera Maturana, quien cuenta que decidieron abrir luego de que fuera la propia alcaldesa Verónica Rossat quien los visitara, junto a personal de la Seremi de Salud, y los guiara en el proceso de apertura. Vecina del sector, Ángela incluso cuenta que la autoridad comunal ha sido vital en el crecimiento que han tenido de picada a restorán.

    La mujer cuenta que, como era de esperar, en cuanto se supo que estaban atendiendo público, los vecinos llegaron en gran cantidad. "No pudimos atenderlos a todos porque tenemos menos mesas y como no podemos tener aglomeraciones, se retiraron", cuenta Ángela, quien está desde el inicio del emprendimiento, el que ahora solo tiene 14 mesas para atender al público.

    Sobre la reacción del público, la emprendedora cuenta que la clientela se lo ha tomado bastante bien. "La gente ya sabe. Cuando llegan tenemos que controlarles la temperatura y el lavado de manos con alcohol gel", agrega, puntualizando que por estos meses han sobrevivido con la entrega de colaciones al paso, como en sus orígenes.

    "Ahora hay más preocupación, estar pendiente del que llega, controlar la temperatura, aplicar el alcohol gel", dice Ángela, quien recalca que cuando el cliente se va, comienza de inmediato la desinfección de la mesa, proceso de higiene que se repite varias veces en los baños.

    Por estos días, son las mismas personas las que llegan a disfrutar de la comida casera a la mesa. Hay trabajadores de obras agrícolas cercanas y también de otro tipo de trabajos inmobiliarios que crecen y crecen en la zona. De turistas, nada. De hecho, aún hay varios carteles que le sugieren a los visitantes volver a sus hogares, porque al comuna, se cuida de la pandemia.

    En la misma línea, los hostales del lugar están cerrados, tal como el parque La Campana. El turismo, aún no retoma su ritmo y por ahora, los comensales de "Los Tres Hermanos", serán solo los vecinos y trabajadores del sector. J

  • municipio explicó os detalles

    Lo de Hijuelas no es antojadizo. Desde hace tiempo que el municipio está trabajando en informar a los dueños de restoranes y cafeterías para que puedan abrir cumpliendo las nuevas exigencias. De hecho, la propia alcaldesa Verónica Rossat se reunió con una treintena de empresarios para entregarles detalles de la forma en que deben operar según las exigencias sanitarias vigentes. Además de informar la nueva normativa, la autoridad local dejó en claro que el municipio está a disposición para ayudar y orientar en el proceso de reapertura.