• El drama que acabó con las vidas del hogar San José de Cabildo

    "No sabría cómo explicarte, tengo esas ganas desgarradoras de llorar y gritar a los cuatro vientos cómo esos abuelos sufren", son las sentidas palabras con que Lenis Marchant grafica la impotencia que siente al darse cuenta que nueve de los adultos mayores con los que conversaba y compartía cada vez que iba a visitar a su padre, Francisco, de 79 años, al Hogar de Ancianos "San José" de Cabildo, fallecieron como consecuencia del implacable COVID 19.

    Esos rostros que lo recibían con una sonrisa no los volverá a ver y tampoco tendrá la oportunidad de escuchar otra vez sus valiosos consejos, que solo la sabiduría que entrega el paso de los años da.

    Afortunadamente para Marchant y su familia, a pesar de estar contagiado de COVID-19, su padre no ha presentado síntomas de gravedad hasta el momento, pero mantiene su preocupación por las condiciones en que actualmente se encuentra la totalidad de los 25 adultos mayores que aún están con vida.

    De ellos, dos ya fueron trasladados a la residencia espejo transitoria (RET) "El Palomar", en Panquehue, y uno se encuentra grave (con requerimiento de oxígeno) en el Hospital Adriana Cousiño de Quintero. Asimismo, se está a la espera del traslado de tres residentes más, para quienes, hasta el cierre de esta edición, aún no había sido posible conseguir una ambulancia.

    Respecto a los traslados, el coordinador regional del Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA), Alonso Cuadra, aclara que "no cualquier persona se traslada, hay que entender las condiciones de dependencia que tiene el adulto mayor, especialmente como las personas que ha murieron, que eran dependientes severos, para todo el mundo conocidos como postrados. Entonces tomarlos y llevarlos al hospital ya es complejo y para llevarlos a otro lado más aún".

    Junto con expresar su preocupación por las condiciones sanitarias que habrían propiciado el contagio en el interior del hogar, Lenis Marchant acusa que existe desinformación de parte de la dirección del hogar de ancianos al momento de informar acerca de los contagios de COVID-19. De hecho, asegura que "yo siendo apoderado, ni las monjas ni Felipe (Palacios, encargado técnico), que son los directores, me llamaron para informar de esta situación. Sí ella me mandó un WhatsApp diciéndome que mi papá estaba un poco resfriado y todo el tema, pero para avisar del COVID-19, que es una pandemia, que es un tema fuerte, ella no me llamó".

    Otra de las apoderadas del hogar, que estaba a cargo de una de las fallecidas (Berta Astudillo, de 86 años), Sonia Gabriela Araya, también comparte la inquietud de Marchant. En su caso, dice que "la dirección del hogar no me avisa sino que la secretaria. La que debiera haber avisado es la directora o el director técnico, pero no darle esa responsabilidad a la secretaria".

    Si bien la anciana no era familiar suyo, entablaron una inseparable amistad desde que se conocieron hace algunos años en Los Vilos.

    Sumario sanitario

    Hasta el momento, ningún trabajador de este establecimiento de larga estadía para adultos mayores (ELEAM) se ha referido públicamente a las condiciones sanitarias en el interior del recinto, "por miedo a perder el trabajo", aseguran Araya y Marchant. No obstante, ambos apoderados se atreven a relatar algunos antecedentes que les fueron entregados por funcionarios del lugar en el contexto de diferentes conversaciones.

    Araya asegura que pudo acceder a información de que la directora del lugar, la hermana Ana María Vargas, de la Congregación Hermanas Franciscanas Misioneras de Jesús, "les entregaba lo mínimo a las funcionarias del hogar (elementos de protección personal). Ella lo tenía guardado y no les pasaba la implementación como correspondía (...) Después la monja empezó a entregar implementos, pero con la salvedad que le entregaba esos buzos blancos y que tenían que durarles cinco días, que los lavaran en la casa les decía a las niñas, ¡cómo es posible eso! Tenían pero no los pasaban". Aquello, estima la apoderada, habría propiciado el contagio del personal que trabajan por turnos y que cuando salen de estos vuelve a pernoctar a sus domicilios.

    Que el hogar de ancianos habría contado con elementos de protección personal fue ratificado desde el Servicio Nacional del Adulto Mayor, donde aseguran que desde el inicio de la pandemia les han entregado estos artículos. "Nosotros ya hace meses a este hogar, y a todos los hogares de la región, les entregamos protocolos y elementos de protección personal y espacialmente porque son de los hogares que están subsidiados por nosotros. Hay que recordar que este hogar hasta el año pasado no tenía personalidad jurídica. Este año recién pudieron postular a un subsidio nuestro, que lograron", detalla el coordinador regional de SENAMA Valparaíso, Alonso Cuadra.

    El funcionario además entrega otra información relevante para entender el contagio ocurrido en el interior del hogar cabildano: "Yo tengo un informe que dice que efectivamente hay cierto hacinamiento en algunas piezas. Estamos claros que este contagio se expandió rápidamente por las condiciones de aislamiento, y no es solamente en este ELEAM, muchos ELEAM no estaban preparados para la pandemia", indica.

    Junto con entregarle elementos de protección personal a la dirección del hogar en el contexto de la pandemia, Cuadra recalca que "tanto el ministerio de Salud, los profesionales de epidemiología, la gente del hospital (de Cabildo), nosotros, les entregamos en terreno un montón de recomendaciones, pero lamentablemente no somos quién para obligarlos y decirles que tienen que hacer esto. Lamentablemente ahí hay un problema que tiene que ver con el ambiente laboral".

    Las inadecuadas condiciones en el interior del hogar cabildano también habían sido advertidas desde la autoridad sanitaria y, de hecho, el seremi (S) de Salud, Jaime Jamett, confirmó a la Estrella que el recinto ya estaba con sumario sanitario desde el 26 de abril.

    "Por estas mismas razones, y a pesar de las exigencias que fueron reiteradas en tres actas de fiscalización diferentes, lamentablemente no se cumplieron las disposiciones y es por eso que este sumario sanitario es bastante duro para la institución que lo dirige y, por supuesto también, para la que lo patrocina", detalla la autoridad.

    No obstante, pese a esto este ELEAM continuó su funcionamiento en el contexto de la pandemia.

    Quien también ha estado pendiente de lo que ocurre en este recinto es el consejero regional, Manuel Millones, quien asegura que demuestra "la fragilidad institucional de Senama, las escasas facultades para cumplir su rol y la imposibilidad de fiscalizar los protocolos para enfrentar la pandemia. A nivel nacional se dio la instrucción de efectuar periódicamente monitoreos telefónico en cada residencia de larga estadía y no presencial por la falta de recurso humano, lo cual tuvo que ser reforzado por el Ministerio de Salud".

    Además, señala que en el Core aprobaron $200 millones para que el Senama, comprara elementos de protección e higienes no sólo para los adultos mayores, sino que además para los trabajadores, "no obstante, han pasado dos meses y esa compra aún no se ejecuta. Si todas esas medidas hubiesen estado funcionando tal vez se pudo haber evitado el brote de contagio y las lamentables nueve víctimas fatales".

    ¿Qué dice el hogar?

    Ante el impacto que ha provocado la muerte de los nueve adultos e del hogar, La Estrella intentó conversar con la directora del recinto, pero hasta el cierre de esta edición no fue posible. Desde el lugar se limitaron a entregar una declaración pública. En ella, junto con lamentar los decesos, entre otros aspectos aseguran que "desde el inicio del brote en el Hogar San José junto a la Seremi de Salud se realizó inmediatamente un seguimiento de los casos, decretando el aislamiento de las personas sospechosas, a través del apoyo inmediato de la municipalidad, quien realizó las correspondientes separaciones, mientras que los residentes positivos de PCR se encuentran totalmente separados y aislados en un sector delimitado, según protocolo COVID, lugar en el que se les brinda atención personalizada".

    Según informa también la dirección, hasta el momento, existen 15 adultos mayores con examen PCR positivo (de un total de 25) y 6 funcionarios confirmados con el mismo test. Ninguna de las Hermanas de la Congregación han resultado contagiadas. J