• Jefe de la UCI: "Estamos entregándolo todo"

    "Físicamente estamos agotados, pero estamos entregándolo todo". Así termina una conversación con Roberto Contreras, encargado de la UCI del hospital San Martín de Quillota, recinto a disposición de poco más de 300 mil pacientes y donde, con 12 camas UCI y 12 camas UTI, le hacen frente al COVID-19.

    Contreras cuenta que desde febrero estaban planificando cómo enfrentar esta pandemia. Fueron jornadas de capacitaciones y de presionar para que la dirección invirtiera en aumentar el número de camas críticas, lo que finalmente se ha ido acercando al ideal planteado en esta planificación.

    "Nosotros sabíamos que esto iba a ocurrir", dice Contreras, quien sabe que sin clínicas privadas en la zona, las del San Martín son las únicas críticas disponibles en esta zona y la provincia de Petorca.

    Contreras recuerda que las capacitaciones comenzaron con fuerza desde febrero, para entregar herramientas a equipos externos, los que reforzarían el sistema, a sabiendas de que si una personas se enfermaba, al menos cuatro se irían de cuarentena.

    "Estamos en una catástrofe, esto es igual a una guerra. Tenemos una situación de contingencia severa donde uno sabe que los recursos escasean, estamos tratando de usar lo que podamos utilizar", dice el médico, quien evalúa de buena forma los esfuerzos realizados.

    "Cuando no hemos tenido camas, los hemos derivado. Nosotros hemos recibido pacientes de San Antonio, porque el Van Buren ha llegado a su capacidad", agrega. J