• A calerano le robaron el auto en un portonazo y lo usaron para carretear

    En el atardecer del lunes, Raúl Bustamante llegaba a su casa de la villa San Antonio de La Calera, manejando su vehículo Suzuki que se había comprado hace poco, ya que es un auto pequeño que cabe justo al interior de su vivienda.

    Pero esa inversión, que le sirve para mantener la autonomía de movimiento a este calerano de 67 años, "y para tener menos riesgo de contagiarme andando en micro", pareció que la perdía, ya que mientras se bajaba del móvil para abrir el portón de la casa, un desconocido que apareció de la nada en medio de la oscuridad aprovechó para subirse al auto.

    Bustamante se dio cuenta de la situación y comentó cuál fue su temeraria reacción. "Vi que alguien se había metido al auto y que estaba en el asiento del conductor tratando de hacerlo partir. Me tiré y agarré la puerta, pero ya le había puesto seguro. Mientras echaba a andar mi vehículo el tipo - que se veía chico de edad de edad y de estatura-, yo me agarré de la parte de atrás para tratar de detenerlo, pero aceleró y terminé tirado en medio de la calle", relata este carpintero de oficio. "En ese instante no sentí miedo, ni me acordé que soy diabético y que a veces me descompenso. Solo la rabia y la impotencia me hicieron actuar así", agrega.

    Tanto Raúl Bustamante como su familia destacan que, en medio del trauma que significó ese hecho delictual, surgió la solidaridad de los vecinos. "De hecho, uno de ellos vio lo que pasaba y salió persiguiendo en su camioneta al ladrón, aunque no lo pudo alcanzar", contó el afectado, mientras su hija Andrea agrega que "otros vecinos nos acompañaron en caravana cuando fuimos a realizar la denuncia a la policía. Con mi hermana Katherine (ambas profesoras) somos conocida acá como 'las niñas', y nos avisaron altiro cuando pasó el robo".

    Detrás de la fábrica

    Bustamante no se quedó tranquilo y, al margen de estampar la denuncia, tomó parte de la búsqueda de su vehículo. "Esa misma noche acompañé a Carabineros en un recorrido arriba de una patrulla. Anduvimos por varios sectores para ver si aparecía mi auto", narra el vecino de Villa San Antonio.

    Esa búsqueda no tuvo resultados, pero las buenas noticias llegaron al día siguiente.

    Una persona en situación de calle dio la alerta tras divisar un vehículo abandonado y alguien que había visto la publicación en el Facebook de una de las hijas de Raúl Bustamante les contó a ellos. "El auto apareció detrás de la fábrica de cemento, cerca de la maestranza. Ahí estaba botado, con latas de cerveza adentro y sin la llave original. Pude hablar con la persona que vio el auto para agradecerle y me dijo: 'se notaba que era un auto robado, por eso avisé; y no se asuste que yo no tengo coronavirus'".

    El auto lo remolcaron gracias a otra llave que tenía Andrea Bustamante, quien en todo caso dijo que "le tendremos que cambiar el sistema de arranque al auto. Estamos contentos de que apareció, pero igual un poco preocupados porque ha habido asaltos y robos aquí en la villa donde viven mis papás. Curiosamente, hace como un mes habían envenenado a los perros que tenían ellos". J

  • PDI aclaró robo a escuela Niñas de Canadá: 2 funcionarias en la mira

    Un sorpresivo giro dio la indagatorio de la Brigada de Criminalística de la Policía de Investigaciones de Quillota, cuyos detectives pudieron determinar que el robo al interior de la escuela Niñas de Canadá, en Quillota, tendría como principales autoras a dos funcionarias del propio establecimiento educacional de calle Merced.

    Según detalló radio Nexo, el delito -que fue denunciado el martes- consideró el robo durante la noche del lunes de distintos artículos de aseo desde la ex Escuela 3. Advertido el hecho, fue la directora del recinto la que realizó la denuncia, buscando que se pudiera esclarecer la identidad del o los autores de este hecho policial, así como recuperar lo sustraído.

    Fue en las primeras diligencias de la PDI que sus funcionarios advirtieron que las cámaras de seguridad del establecimiento mostraban a dos mujeres, de 32 y 56 años, quienes además son funcionarias del colegio, sustrayendo estos artículos. Las mujeres -ambas con antecedentes por hurto- robaron las especies del colegio para luego retirarlas en un vehículo. Realizada la indagatoria, se informó a la Fiscalía, la que -con orden de detención- identificó a las mujeres y encontró en sus viviendas las especies, avaluadas en $500 mil. Ambas mujeres quedaron apercibidas y a la espera de ser citadas para enfrentar a la justicia. J