Al tribunal quedó citado un ciudadano peruano, quien ayer fue dejado por carabineros en la casa de sus familiares en Quillota, luego de que no respetara una cuarentena a la que estaba sometido debido a que su hermano, con quien tuvo contacto, fue confirmado con COVID-19.

El ciudadano viajó en la línea TurBus con destino Quillota, desde Santiago, a las 09.21. Cuando llegaba a La Calera recibió un llamado desde una clínica en Santiago, en la que se le señaló que el examen para coronavirus había sido alterado, razón por la que debía volver a realizárselo.

Esto último se lo contó al chofer del bus, quien detuvo su recorrido a pocos metros de la comisaría de La Calera y dio cuenta de la situación.

Ocurrido esto, Carabineros procedió a aislar al pasajero, el que quedó en el césped de la comisaría, en pleno centro de La Calera.

Ahí le entregaron un overol blanco, gorra para su cabeza y un tapabocas. El ciudadano peruano esperó así el arribo de algún equipo de salud para continuar el procedimiento, lo que no ocurrió.

Desde el hospital Mario Sánchez de La Calera, dijeron a La Estrella que el hombre no fue atendido por equipos de ese recinto.

Horas más tarde, y conforme el protocolo de aislamiento, el hombre fue derivado hasta Quillota, a la casa de sus familiares, donde fijó dirección para cumplir con la cuarentena.

Al lugar más tarde llegó personal de salud del municipio, el que tomaría contacto con el hombre para mantener el control sanitario de su cuarentena.

El hombre, además de su salud, tendrá que preocuparse de su situación judicial, ya que incumplió una cuarentena preventiva, por lo que quedó citado al tribunal.

Siguieron protocolo

La Estrella se puso en contacto con TurBus. Desde la compañía señalaron que "tras detectarse un pasajero que debería estar en cuarentena preventiva, se solicitó a las autoridades pertinentes detener el bus en la ciudad de La Calera".

Agregaron que "ahí, se desarrolló el procedimiento establecido por la autoridad sanitaria, en este caso a cargo de la Seremi de Salud de Valparaíso, para los cinco pajeros a bordo y la tripulación que realizaba el servicio".

Desde la compañía señalaron que la ley no los faculta para restringir el acceso a los buses a alguien que esté cumpliendo, por ejemplo, cuarentena, razón por la que pidieron a la autoridad instalar aduanas sanitarias en los terminales de buses (recuadro).

Además, recordaron que para los recorridos de menos de cinco horas, tampoco es obligatorio el registro de pasajeros. Pese a ello, señalaron que han solicitado a sus usuarios llenar un formulario en su plataforma, el que ha sido bien recibido. J

Desde TurBus pidieron "que las autoridades puedan instalar aduanas sanitarias en cada uno de los terminales de buses del país, a modo de dar seguridad a pasajeros y tripulaciones que requieran trasladarse hacia alguna ciudad de Chile". Agregaron que "como compañía pusimos en marcha una campaña para asegurar el registro de pasajeros que viajen en trayectos de menos de 5 horas, reforzamos la sanitización de toda la flota y dispusimos de materiales de higiene personal para nuestra tripulación, entre otras cosas".