El próximo sábado 6 de abril, a las 00.00 horas, los relojes se deberán retrasar 60 minutos por el nuevo huso horario. Según detalló el ministerio de Energía, este cambio de hora durará más tiempo que el que se había establecido para el invierno en los últimos años, para que "gran parte del país tenga más luz en las mañanas".

Edison Román -también llamado Edison por un error administrativo en el Registro Civil- fue el ingeniero eléctrico al que se le ocurrió esta idea. Pero hoy, a sus 84 años, comenta que la motivación de la iniciativa era muy distinta a la de ahora.

"Cuando lo hice, las condiciones eran muy diferentes a las actuales. En 1968 estábamos pasando por la sequía más grande en la historia del país y el ahorro de energía era significativo. Además, todo el comercio se cerraba a las 20.00 horas", dice el hombre, quien toda su vida ha vivido en Olmué, y actualmente se desempeña como asesor de una empresa eléctrica y director de otra.

Ese año, Román detalla que la electricidad era racionada por sectores y que mientras algunos la utilizaban desde las 08.00 a las 14.00 horas, otros, desde las 12.00 a las 18.00 horas. "Eso se hacía el mes de septiembre, pero era insuficiente y había que racionar más. Esto nos resultaba muy complicado, porque si racionábamos más horas, se verían afectados hospitales, comisarías, el alumbrado público, etcétera. Así nos dimos cuenta que la mayor exigencia de electricidad era entre las 19.00 y 20.00 horas", recuerda.

Ideas que perduran

Desde las siete de la tarde, el alumbrado público y domiciliario se sumaba al del comercio, lo que no ayudaba en nada al ahorro. Edison Román dice que una de las soluciones que había era que los comerciantes cerraran sus cortinas a las 19.00 horas, pero obviamente no estaban de acuerdo. "Se hizo la gestión con el Gobierno y el ministerio del Interior, pero la respuesta de ellos fue no porque se iban a pérdida. Eso fue un viernes y me fui a la casa muy preocupado, porque el lunes tenía que comunicarle al Presidente de la República que íbamos a tener que empezar a racionar las horas en la noche y que eso podría afectar la seguridad", manifiesta.

No obstante, ese fin de semana tuvo la iluminada idea de cambiar la hora. "Pensé que si por ley la gente tenía que cerrar el comercio a las ocho, la alternativa era que lo hiciera efectivamente a las siete, pero con un cambio en el reloj. Así que pesqué unos papeles milimetrados, hice la curva de demanda a mano y vi que era la solución", afirma.

Llegó el lunes y el ingeniero eléctrico le contó su propuesta a los ministros. Nadie lo tomó en serio, hasta que sacó sus dibujos y demostró que acomodarse a la salida del sol podría ser una buena alternativa. "Se estableció un decreto para cambiar la hora entre octubre de 1968 y marzo de 1969. En el transcurso, a la gente le gustó el efecto que se produjo, ya que salía del trabajo a las 7 de la tarde y todavía estaba claro. Gracias a eso sentía que aprovechaba más el día y que podía gozar la tarde con su familia o salir a hacer deporte", enfatiza.

Al año siguiente se repitió el decreto, hasta que le propusieron que se presentara como ley. "Me dijeron '¿Por qué no redactas el documento de este cambio y así podemos tener una ley permanente?' y así empezamos a cambiar la hora todos los años", cuenta riendo.

Si bien la medida se adoptó en ese tiempo para mitigar la sequía de 1968 (en Santiago sólo cayeron 70 milímetros en el año), ahora el objetivo es que no se produzca un desabastecimiento de energía. "En esa época el abastecimiento era 90% hidráulico y 10% térmico. Ahora no, es como 40 y 50% hidráulico (...) de igual manera el ahorro es importante, porque entre mayor crecimiento de la economía, mayor es el consumo", apunta.

Cerca de equinoccios

El ingeniero eléctrico, que en su momento también fue ministro del Interior durante el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, dice que sigue apoyando el cambio de hora, pero por el estilo de vida de los chilenos. "Así como a las gallinas o palomas se les va corriendo el sol, al ser humano también junto a sus actividades. Eso sí, tiene que hacerse lo más cerca posible a los equinoccios", recalca.

Edison Román asegura que durante algunos gobiernos se hicieron estudios que determinaron que el cambio de hora se realizara en mayo y agosto para tener una economía en la energía, pero para él esto es un "disparate" porque no consideraron la satisfacción de las personas. "Levantarse de noche no es muy favorable... por eso, mi opinión es que los cambios se hagan el segundo sábado de marzo y cerca del 21 de septiembre. Ahora se hace un poco más prudente, el 6 de abril, pero debería terminar en septiembre. Nosotros sacamos el decreto en octubre solamente porque el trámite se dio en ese mes", cerró. J

1. Chile Continental (desde Región de Arica y Parinacota hasta Aysén), a las 00.00 horas local, pasará a huso horario UTC-4, y deberá atrasar los relojes en una hora. 2. Región de Magallanes y la Antártica Chilena, mantendrá el huso horario UTC-3, y no deberá alterar los relojes de la región. 3. Chile Insular Occidental, Isla de Pascua e Isla Salas y Gómez, a las 22.00 horas local, pasará a huso horario UTC-6, y deberá atrasar los relojes en una hora.