• Calerano cuida como hueso santo Quijote del siglo XIX

    El reloj indica que ya es hora de salir del trabajo como vigilante en los jardines de la Quinta Vergara en Viña del Mar y Adolfo Vivanco no pierde tiempo para volver a su casa en la población Cruz del Sur de La Calera.

    A diferencia de aquellos que retrasan el regreso al hogar con la excusa que sea, este hombre de 68 años la apresura porque más allá del largo viaje que le espera y su familia que aguarda por él, tiene otro poderoso motivo: pasar tiempo en su rincón preferido, el cuarto donde tiene una nutrida colección de objetos antiguos.

    Todo comenzó cuando siendo un veinteañero su interés apareció de la mano de sus tíos, quienes habían cultivado el pasatiempo. Así, ellos mismos fueron quienes le dieron al joven Adolfo sus primeros objetos de una colección que hoy tiene más de tres mil artículos.

    "Mis tíos coleccionaban mucho estampillas y revistas antiguas que también las tengo, muchos me las heredaron a mí como tenía afición a eso (...) tengo la primera estampilla con Colón, que son las primeras estampillas que circularon en Chile (...) Tienen mínimo 110 o 120 años", indica Vivanco.

    Junto a ellas tiene también un libro donde se reúne la historia de ellas en distintos lugares del mundo.

    El más preciado

    Ya de regreso en su hogar, el calerano llega a su cuarto mágico, donde el tiempo pareciera volver al pasado. Mientras revisa algunos libros que tiene sobre su escritorio comenta orgulloso que puede jactarse de tener una infinidad de objetos que van desde mediados del siglo XIX hasta la década de 1970.

    En su colección tiene ejemplares de revistas que no se publican hace años como Estadio, El Peneca, Rosita, Okey, Margarita, Eva y Ercilla, entre otras publicaciones.

    Cada una de las piezas de su colección es preciada, tanto que lo piensa dos veces cuando alguien le pregunta si están a la venta, aunque "conversando se puede llegar acuerdos", señala. Pero, hay un texto que Vivanco cuida más que ningún otro: una edición del libro Don Quijote de La Mancha que data de 1883.

    Se trata de un ejemplar, detalla el coleccionista, que "tiene cerca de 600 páginas (...) Es una tapa dura que está en perfecto estado, tiene ilustraciones de esas hechas con lápiz, pero que son como ver una foto. Todas las hojas y todo el libro están en buen estado".

    Más allá del valor histórico que tiene aquel libro, para Vivanco además tiene un significado especial por cómo llegó a adquirirlo, ya que en eso influyó un profesor de castellano que tuvo en su etapa escolar y que varios años más tarde apareció.

    El calerano recuerda que "ese (libro) lo encontré en una feria en la avenida Argentina en Valparaíso por el año 1990, cuando recién ingresé a trabajar en la municipalidad de Viña (...) Esa vez me encontré con el profesor en la micro y le dije 'me venden un libro antiguo del Quijote' y me dijo 'anda y cómpralo al tiro huevón, porque está regalado'. Fui al otro día y justamente estaba el libro ahí y lo compré, 25 lucas me costó". Ahora cada vez que hojea las páginas del ejemplar recuerda al docente y el fuerte lazo de cariño de los unió desde que el coleccionista era un estudiante.

    Aunque todos los objetos que tiene se pueden negociar, ya que Vivanco emplea el mecanismo de compra y venta, el ejemplar de Don Quijote de La Mancha será difícil de apartar de este hombre, principalmente por el valor emocional que tiene.

    No pasa un día en que no lo limpie cuidadosamente con un paño o lea algunas páginas, aunque confiesa que no lo ha leído completo, "porque son varios páginas, hay que darse el tiempo y sentarse (...) A veces leo un capítulo y me salto tres o cuatro", comenta.

    vinilo

    El otro objeto que también llena de admiración es un disco vinilo donde el cantante y actor de la época de oro del cine mexicano, Jorge Negrete. Un llamativo material que llegó a sus manos producto del azar cuando estaba a punto de terminar en un vertedero.

    "Ese long play una persona lo iba a botar, igual que dos tocadiscos (...) A la persona antes de que los botara varios discos le dije que me los pasara a mí y por las mías le si 5 mil pesos. Eran más menos 40 long play y entre esos venía el de Jorge Negrete y otros de los años 20 y 30. El de Jorge Negrete es del año 61", recuerda sobre ese iluminado día.

    Dentro de los múltiples objetos que tiene, cuyo número exacto ya perdió la cuenta, además tienen casi la totalidad de los billetes que han circulado en Chile; monedas, siendo la más antigua una que data de 1846; y también fichas de la salitrera Humberstone y Santa Laura, además de la mina de carbón Lota Schwager. Todas ellas las consiguió comprándolas en ferias de las pulgas o gracias a su hija Cynthia, que trabaja como prevencionista de riesgos en el norte del país y cada vez que encuentra algún objeto que pueda interesar a su padre, lo adquiere y se lo regala para su colección. J

  • Futura donación

    Don Adolfo no es egoísta con su colección, aunque le ha costado décadas de trabajo, y abre las puertas de su casa para curiosos como nosotros. Piensa que en su hija podría estar la futura sucesora de su labor, pero también quiere que el resto de sus coterráneos pueden apreciar los objetos históricos que posee. Por eso, comenta que ya está trabajando con un grupo de caleranos para poder habilitar un lugar donde estos se puedan mostrar. Asimismo, adelanta que planea donar parte de su colección a la municipalidad de La Calera para que sean exhibidos en algún recinto cultural. Quienes deseen contactar a Adolfo Vivanco para colaborar en sus planes, vender o comprar sus objetos, pueden contactarlo a su número telefónico: 942620131.