• Limachino fabrica las sombrillas de exclusivos resorts

    Si alguna vez estuvo en el exclusivo resort Rosa Agustina de Olmué y un quitasol de totora lo protegió del calor, antes de volver a su hogar dirija su rumbo hasta Limache y detenga su auto en Palmira Romano Norte 181 y agradézcale al maestro Pascual Cortéz. Su destreza y habilidad con las manos impidieron que los rayos del sol hicieran estragos en su piel.

    Allí, en el lugar donde hace 17 años partió con su emprendimiento, Coirón Pascual, este hombre exhibe los productos de su minuciosa labor: quitasoles de distintos tamaños, sillas, planchas de nepal y persianas son sólo una muestra de su trabajo. Claro, porque la inquietud de este limachino también lo llevó a trabajar con comunidades mapuches y construir rucas en Villa Alemana y próximamente en una estructura similar que levantará en la Villa Santa Cruz, en el Valle de Colchagua.

    Mientras mira orgulloso sus creaciones, comenta las satisfacciones que le ha entregado este trabajo. Gracias a él ha tenido la posibilidad de conocer muchos lugares del país, algo que ni siquiera soñó cuando en su niñez recolectaba coirón para su padre en las cercanías de las dunas de Concón. "Mis vacaciones eran cortar coirón en los cerros y ahí el nos pagaba un poco de plata por lo que teníamos para nuestras cosas. Le ayudábamos a él y aprendimos el rubro (...) después que a mi papá le dio un ataque y murió, tomé mi camino y empecé a dar a conocer mis artesanías y en este trabajo con mi señora, porque trabajamos juntos, anduvimos en la Isla de Pascua, Chiloé. Hemos recorrido todo Chile", comenta Pascual.

    producto estrella

    Este hombre de apariencia dura no puede evitar sentir nostalgia de los años en que su padre comenzaba la estrecha relación familiar de los Cortéz con la totora y el coirón, tanto que infla el pecho señala que el trabajo de su padre era muy apetecido por los clientes, incluso de mayor poder adquisitivo. Entonces él sólo trabajaba esos dos materiales, pero cuando Pascual comenzó con su taller en Limache, al conocimiento que le dejó su progenitor, incorporó la caña, la hoja de palmera y la totora fina, pero conservando el aspecto rústico.

    Aunque la popularidad que ha alcanzado en tierra limachina lo tienen de manera frecuente en la retina de los clientes de su comuna, la prolijidad de su trabajo es aprovechada por exclusivos resorts de distintos lugares del país. Al ya mencionado spa olmueíno, se suman entregas de quitasoles en lagunas artificiales: "Está la laguna de Chicureo; ahora estoy trabajando en la laguna San Bernardo, Los Cóndores; estuve trabajando en la Laguna Santo Domingo, en San Alfonso del Mar, Valle Grande", detalla Cortéz.

    En todos esos exclusivos recintos se pelean los quitasoles fabricados por el limachino, por su diseño, pero principalmente por la durabilidad, ya que asegura que del modo en que están confeccionados pueden hasta cuadriplicar la vida útil de los de lona que se venden en grandes tiendas. Pascual indica que, "el trabajo artesano está hecho en alambre y tiene una mayor duración, son de coirón, que duran siete u ocho años. Los que se venden por ahí con suerte duran poco, se rompen fácil, duran dos temporadas con suerte".

    seguir inventando

    Mientras afuera se escucha el tránsito de los vehículos que pasan por la transitada avenida limachina, en su hogar Pascual mantiene una serenidad que contagia, pero que contrasta con su inquietud por seguir explorando nuevas formas de usar la totora, el coirón y todos los materiales artesanales que llegarán a ser cuidados productos. En adelante, cuenta el hombre, buscará "seguir inventando más cosas, porque con el mismo material voy innovando, creando cosas nuevas y se venden. Siempre, eso sí, por el lado rústico, porque la clientela me conoce de esa manera".

    Ese camino de explorar nuevas alternativas es seguido de cerca por uno de sus hijos, de 7 años, que podría seguir los pasos de su padre. A Pascual no le molesta, al contrario, le agrada, pero tiene muy claro algo: "Está muy interesado, además es descendiente mapuche por el lado de su madre y podría integrarse al trabajo que estoy haciendo, pero tiene que estudiar", finaliza el limachino. Para conocer más sobre el trabajo de Pascual Cortéz puede visitar la página web: www.coirontotora.cl.J