• Justicia, violencia y poder: los ejes de la cinta chilena "Todos somos justos"

    Ayer jueves se estrenó en las salas de todo el país "Todos somos justos", el nuevo largometraje del director Carlos Leiva, protagonizado por Paulina García y Andrew Bargsted, un thriller que acontece dentro de una casa que es asaltada por una pandilla que mantiene prisioneros a sus moradores en una larga y violenta noche.

    García es la dueña de casa y Bargsted es un joven estudiante que hace clases a uno de los hijos de la casa. La noche llega bien aspectada con una amable cena pero solo es el comienzo de una pesadilla cuando un grupo de jóvenes desconocidos irrumpe con pasamontañas y armas.

    ola de portonazos

    Cuenta el director que la idea empezó a tomar forma en el año 2018. "La prensa ese año empezó a cubrir mucho los portonazos y en paralelo también diversas manifestaciones de detenciones ciudadana y linchamiento público", recuerda. "Pensé en los jóvenes que se animan a hacer un portonazo o asaltan una casa, y en contrapartida también pensé en las personas que por rabia y la sensación de que no hay justicia la toman en sus propias manos. A partir de eso empecé a trabajar una historia que combinara tanto la justicia con la violencia, que creo son términos medios hermanos en realidad", puntualiza.

    Cuenta Leiva, quien es también doctor en Literatura, que la idea del nombre surgió de la pieza teatral de Albert Camus "Los justos" que también se abre a un dilema ético. "Creo que lo justo siempre está emparentado con lo violento, por eso las decisiones que se toman son tan complejas éticamente", recalca.

    Al ser consultado sobre los engranajes que quería explorar en este película, Leiva afirma que "en realidad fueron varios, pero en síntesis te diría que la triada de justicia, violencia y poder. Creo que determinar lo que finalmente es lo justo aparece como una condición de poder, y creo que es justo el que tiene el poder de ser justo. Y el poder no tiene ética porque es simplemente poder. La violencia estructural no se soluciona solamente con lo punitivo, se trata de concebir una sociedad donde haya empatía, con una apertura sincera".

    terreno intermedio

    Por su lado, el actor Andrew Bargsted cuenta que conoció a Leiva en 2016 y que tiempo después lo invitó al teaser. Recuerda que construyó a su personaje de Luis, este joven tutor que proviene de otra clase social que la familia asaltada, desde una posición equidistante. "Luis es como una especie de agente intermedio en este choque de clases sociales opuestas, funciona un poco como una especie de mediador, que es al mismo tiempo testigo y también partícipe, está un poco en este terreno intermedio", explica el actor.

    En relación a lo que fue filmar en un espacio acotado como lo es una casa, Bargsted añade que "fueron nueve días de rodaje muy acotado e intenso, fueron largas y extenuantes jornadas nocturnas. El trabajo con la representación de una situación en tiempo real, y el uso de muchos planos secuencia, requería de muchos ensayos y el diseño de muchas coreografías, no solo del elenco, sino también del equipo técnico. Hubo harto ensayo y harta repetición y además estábamos representando una situación bien límite, bien vertiginosa y por momentos bien violenta. Fue muy importante la complicidad que se generó en el elenco, tuvimos un fuera de cámara muy entretenido, nos reímos mucho, creo que para contrarrestar la energía de la representación que era más bien oscura y densa".

    En esa misma línea, y acerca de la relaciones con los protagonistas, el director del filme detalla que "fue desafiante pero muy entretenida, como director me cuesta más pensar en cuadros cinematográficos que dirigir actores. Siempre he trabajado con los actores que yo he querido trabajar, entonces eso también ayuda mucho a abordar la construcción de los personajes. El elenco lo junté a lo largo de harto tiempo, los perfiles estaban tan definidos que no fue difícil armar un grupo bien interesante y sobre todo bien motivado con la película".

    Bargsted, finalmente, invita a todos a "ver una película chilena, muy entretenida, muy vertiginosa, les aseguro que van a estar al borde del asiento a lo largo de toda la película porque trata temas que son muy contingentes, que están sucediendo en el día de hoy y que también se vienen arrastrando a lo largo de toda nuestra historia. Temas como la justicia social y la desigualdad social y los efectos que tiene en nuestras sociedades. Aquí la película viene a poner sobre la mesa un encuentro y un choque también entre clases sociales, en una situación límite que va a invitar al espectador a tomar posición o quizás no, pero sobre todo los dejará reflexionando, así que no se la pierdan". J

    Hubo harto ensayo y harta repetición. Estábamos representando una situación bien límite".