• Comercio de Quillota espera un segundo aire con fin de la Fase 1

    Una sensación de libertad se percibe entre la gente que se desplaza por las calles céntricas de Quillota. Es que la ciudad salió de su segunda etapa de cuarentena y ya no es necesario solicitar ningún permiso ni sortear ningún control para ingresar, por ejemplo, a los supermercados o a locales comerciales de diversos rubros.

    Desde sus negocios, los locatarios y dueños de estos establecimientos miran con un grado de esperanza este mayor flujo de personas que circula por el centro. La pandemia los ha golpeado, y muy fuerte, con muchos locales que han debido cerrar o que se las deben arreglar con aforos reducidos e implementando medidas de seguridad que muchas veces ahuyentan a los compradores.

    En la calle Maipú, Paul Puchulu atiende junto a sus colaboradoras su emblemático local "Konix", donde desde hace 56 años los quillotanos han encontrado pilas, relojes, audífonos, linternas, pendrives y accesorios para computadores. Con esta reapertura, el dueño de este tradicional negocio dice esperar que "de ahora en adelante el desastre no sea tan grande, ya que mientras duró la cuarentena, las ventas se redujeron a una quinta parte de lo habitual. Nosotros nunca cerramos en todo caso, ya que igual vendemos artículos que para mucha gente son de primera necesidad".

    Puchulu explica que en su local se especializan en tipos de pilas muy específicas, como por ejemplo, "las que utilizan los aparatos tomadores de presión, que son imprescindibles para muchas personas que tienen enfermedades crónicas. Ese tipo de compras no pueden esperar, y también tenemos acá artículos que son necesarios para la gente que trabaja desde su casa, como audífonos o mouse para los computadores, y también calculadoras científicas para los estudiantes. Después vendrá el tiempo en que la gente vuelva a comprar relojes, por ejemplo", dice este reconocido comerciante, que también ofrece fotos tamaño carné, "que están listas en un minuto".

    MUCHOS CERRARON

    En el sector del paseo peatonal de calle O'Higgins se aprecian muchos locales que no han abierto hace rato y aún hoy en Fase 2 permanecen sin funcionar. "Es que aquí, durante la cuarentena, habíamos dos o tres negocios abiertos no más. De hecho, al lado cerró un local que vendía artículos de fotografía, se fueron de Quillota", cuenta Alejandra Gómez, quien atiende su negocio de productos naturales "Verde Green".

    Esta periodista de profesión decidió emprender "porque hay que pagar cuentas y arriendo para mantener el local abierto. Estos días se ha notado más gente en la calle, aunque el principal impulso creo que será el tercer retiro de los fondos previsionales. Acá ofrecemos productos para quienes no consumen azúcar, gluten o lactosa; productos naturales que han tenido una demanda creciente hace rato ya".

    En Freire, el establecimiento "ByB" le saca partido a los artículos computacionales como teclados, cables usb, mouse, parlantes y tintas para impresoras. "Mucha gente tiene que trabajar en sus casas y buscan estos accesorios para poder cumplir en sus pegas. Implementamos también delivery para la gente que no puede venir al centro y necesita nuestros productos", señala Gustavo Briones, quien dice que es problemático que algunos clientes "no entienden el contexto de pandemia en que estamos, y quieren entrar y que los atiendan altiro". De hecho, debieron instalar un cordel para ordenar el ingreso al local y respetar el aforo de tres personas.

    De todas formas, muchos quillotanos prefieren este negocio solo para ver a Chester, Chispito y Chimy, los perritos chihuahua que le dan un atractivo extra al local, según asegura Briones, mientras posa con los pequeños canes. J

  • autocuidado para no recaer

    En la confitería "La Luna" frente a la plaza, su dueño Enrico Peragallo es escéptico sobre esta nueva reapertura en Quillota: "No sé cuánto puede durar esto, de verdad. Anda mucha gente en la calle; ahora para nosotros, que podemos recibir a un cliente a la vez, es difícil, porque muchos no quieren esperar y se van". Paul Puchulu comenta que "sí era necesario salir de cuarentena, pero ahora la responsabilidad es de todos, de repente falta educación para entender que el autocuidado es lo principal. Hay que respetar las medidas sanitarias y sobre todo, hay que tratar de evitar las aglomeraciones en los negocios".