• El misterio de Moisés: el cuerpo momificado del cementerio

    Hace algunos años circula una leyenda entre los quillotanos que relata el misterio de un cuerpo que provenía, según los funcionarios del cementerio, del norte del país y que se encontró por algunos años en un antiguo el museo de la comuna. Los trabajadores del mismo camposanto cuentan que sucedían extraños fenómenos en el espacio cultural debido a que el cuerpo de este joven no estaba correctamente sepultado.

    Gonzalo Oyanedel, exadministrador del lugar, menciona a La Estrella de Quillota que producto del terremoto ocurrido en 1965 en la provincia se cayó un nicho en el cementerio y de aquel derrumbe salió a la luz Moisés. Entre los años y diversas administraciones que pasaron por el lugar se perdieron los antecedentes del nombre real de este cuerpo y también su historia oficial; de esa manera, Moisés quedó como un misterio en la zona.

    "El cuerpo estaba momificado y causó curiosidad entre las personas del museo", detalla el exadministrador del cementerio. "A alguien se le ocurrió llevarlo al museo y desde ahí quedó con el nombre de la momia del cementerio", agrega.

    Según cuenta también el exfuncionario, el cuerpo del misterioso Moisés estuvo en exhibición en el museo como un cadáver momificado, hasta que comenzaron los supuestos rumores de que "penaba". Luego de los rumores, el cuerpo fue regresado al cementerio y permaneció en una bodega sin ser sepultado.

    Eduardo Hernán Pérez, quien es panteonero desde hace 15 años, recuerda así la situación: "Ese finado llegó del museo, llegó en puro pellejo, dicen que en el museo penaba por eso lo trajeron para acá. Yo que llevó 15 años trabajando en el cementerio puedo asegurar que desde que esta acá nunca ha pasado nada".

    "Cuando llegó estaba tirado en la bodega, nadie se preocupaba de él, uno entraba y lo veía paradito, el cuerpo estaba en buen estado, tenía todas sus extremidades, incluso se podía ver restos de sus ojitos azules", detalla Eduardo.

    Crueldad humana

    "Yo llegué en el año 1997 por primera vez al cementerio a administrar, ahí vi cómo tenían a esta persona y en la forma que se encontraba porque los panteoneros de aquel entonces jugaban con él y lo exhibían como si fuera un muñeco", comenta Oyanedel.

    Según relata, los funcionarios le colocaban ropa a Moisés, lo sentaban con ellos e incluso una vez colocaron su cuerpo sobre una bicicleta. Por estas razones decidió enterrar a la misteriosa momia de Quillota, pues no estaba de acuerdo con el trato que se le daba.

    "Vino un sacerdote e hizo un responso, yo mandé a elaborar un ataúd y realizamos una pequeña ceremonia para que él quedara sepultado y pudiera descansar tranquilo", precisa el también escritor. Los mismos trabajadores del cementerio modificaron un espacio y se construyó una urna en un cuarto piso, casi en los últimos pasillos del lugar para sepultar al cuerpo.

    Pero ¿de dónde surge este creativo nombre para denominar a la misteriosa momia de Quillota? "Los mismos panteoneros lo bautizaron así porque era el salvado de las aguas igual que Moisés", señala Gonzalo.

    Moisés se convirtió en el famoso misterio del cementerio de la comuna, al igual que la novia y el Cristo con los ojos de humanos, mitos urbanos que cobran vida gracias a los mismos residentes de la zona quienes traspasan de boca en boca estas leyendas antiguas.

    Una mirada académica

    Desde el actual Museo Histórico-Arqueológico de la zona explican que actualmente por ley estos espacios culturales prohíben la exhibición de cuerpos, por respeto a las familias o pueblos indígenas.

    Desde la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio mencionan que ante el hallazgo de un cuerpo que posea rasgos arqueológicos hay todo un procedimiento de entrega tanto desde esta entidad como del museo, pues ambas instituciones se ven interpeladas para trabajar de manera adecuada dar respuesta a las demandas de las comunidades. J