La presidenta de la Cámara de Comercio de La Calera, Mónica Torres, realizó un recorrido por algunos establecimientos de la ciudad, como tiendas de retail y el mall chino de calle J. J. Pérez con Caupolicán, para verificar el funcionamiento del gremio tras el fin de la cuarentena. "Ahí se formaron cuatro filas para entrar y salir, pero la gente lo hacía de manera ordenada, manteniendo el metro o metro y medio de distancia. En otras tiendas donde fui a ver, los guardias dejaban salir a cinco y ahí entraban otros tres", relata.

La dirigenta gremial describe ese panorama debido a que ya hace dos semanas que la comuna salió de cuarentena y el siempre activo comercio calerano debe convivir con un numeroso flujo de compradores en los negocios y las medidas de seguridad para no volver a disparar los contagios.

"Los comerciantes en general están bien, por lo que he visto estos días, aunque lo que me comentaron sí es que ha habido asaltos, sobre todo en el sector de los bancos, donde se juntó mucha gente la semana pasada cuando se abrió la cuarentena", alerta la presidenta de los comerciantes.

Mónica Torres añade que se ha evidenciado un cambio en el comportamiento de los consumidores, "ya que la gente era típico que antes se quedaba mirando y ahora, en cambio, tratan de ayudar cuando ven que a alguien lo asaltan. El otro día no más pillaron a uno entre varios, como que la gente está más solidaria con todo lo que ha pasado".

AMBULANTES

La dirigenta del comercio calerano comenta que en estas semanas varios locatarios están tratando de repuntar luego de meses muy complicados, aunque otros no alcanzaron a llegar al fin de la cuarentena. "Hay dos imprentas que cerraron, al igual que otros locales chicos como joyerías y negocios de insumos no esenciales. Sucede que los arriendos en el centro son muy caros y eso terminó liquidando a algunos, junto con que no pudieron vender por harto tiempo".

Pero con el renacer del comercio que aún sobrevive, también han regresado a las calles muchos ambulantes a congestionar las arterias céntricas. "Ahora se están viendo de nuevo los cantantes ambulantes, los que ofrecen chaquetas a mil, zapatillas baratas... Llegan muchos de Santiago, entran en conflicto con Carabineros porque arrancan, los pillan y al otro día vuelven. La calle J. J. Pérez está llena de ambulantes, y ellos se toman las veredas, que aparte son angostas. Hemos pedido mayor fiscalización de Seguridad Municipal, de Carabineros, pero se esconden y al ratito salen con sus productos. Igual uno entiende que hay mucha gente con necesidad".

Estos comerciantes que se trasladan con sus productos prefieren los lugares donde hay mayor concentración de transeúntes y también eligen las horas en que anda más público en las calles.

"La gente como que se acostumbró, además, a salir a comprar entre las doce y las dos de la tarde, o en las mañanas. Pese a que ahora los comercios pueden abrir hasta las seis de la tarde, ya como a las cuatro o las tres no anda casi nadie en el centro", cierra la dirigenta del comercio calerano. J

... Entran en conflicto con Carabineros, porque arrancan, los pillan y al otro día vuelven. La calle J. J. Pérez está llena de ambulantes".

En cuatro jornadas fijó el tribunal de Garantía la formalización a los 14 funcionarios municipales de Quillota, quienes fueron identificados por la PDI como participantes de un polémico cumpleaños celebrado al interior del gimnasio Corvi.

Todo esto, en medio de la cuarentena obligatorio para Quillota, cuando estaban prohibidas este tipo de celebraciones. El grupo festejó un cumpleaños sin distanciamiento físico, sin mascarillas y con una torta, platos, servicio y todo lo necesario para un evento planificado.

Los funcionarios serán formalizados el 7, 9, 14 y 16 de diciembre, aunque la fiscalía intentará realizar la formalización de cargos en una audiencia.

Hace un par de semanas, la fiscal Gabriela Fuenzalida indicó que "se solicitará audiencia de formalización por el delito de infringir el artículo 318 en carácter de agravado por lo que establece en el inciso dos, respecto de todos los asistentes que han sido individualizados por las fotografías que fueron públicas del evento", explicaron desde el ente persecutor.

En caso de que el juicio prospere y la Fiscalía logre las penas que busca, los funcionarios arriesgan por presidio menor en su grado mínimo una pena que va desde 61 días a 540 días y que en su tramo mínimo va desde 61 días a 301 días y en su tramo máximo va desde 302 días 540 días. Si la multa fuese en dinero, arriesgan el pago desde $301.932 hasta poco más de $10 millones. J