El martes fue un día especial para muchos. Tras largos siete meses, algunos restoranes pudieron atender público de manera presencial y lo hicieron con sus mesas al aire libre y con una serie de medidas sanitarias que -por ahora- les permitirán recibir algo de dinero fresco, el que sumará -en algunos casos- a las ya desarrolladas líneas de venta por delivery o para llevar, que durante el período de cuarentena revolucionaron la economía local.

Como era de esperar, los quillotanos se volcaron a sus "picadas", las que extrañaban desde que comenzó el encierro. Por eso no fue extraño encontrar el tradicional Nuria lleno, también el Rolo Restaurant -en el círculo de suboficiales- y el Cevasco, con las pocas mesas que tenía, ocupadas.

Héctor Soto llegó con su casco de motoquero al Cevasco. Solo se instaló en una mesa y pidió un clásico: café con completo.

"Extrañaba disfrutar la cotidianidad de Quillota, de fumarse un cigarro, tomarse un café y comerse un completo. Es bueno que se haya abierto y mientras se cumpla la normativa, la gente pueda disfrutar de los espacios libres", contó el comensal.

Jeremy Hernández está cargo de ese local de comida. Con acento y origen venezolano cuenta desde calle Prat que "las personas han estado súper ansiosas. Las personas han sido súper respetuosas en lo que le pedimos, que no pongan el tapabocas en la mesa, que si pasan al baño debe ser una persona, usar el alcohol gel. Si todo funciona bien, la idea es abrir a la siguiente fase".

En el Nuria el escenario era similar. Parejas, familias, nietos con sus abuelos disfrutaban del clásico del local de calle Freire: los completos.

En este caso, el espacio era mayor que el de calle Prat, por lo que pudieron colocar más mesas y las personas estar más cómodas disfrutando del regreso a los restoranes.

círculo de suboficiales

Otro punto tradicional de los quillotanos está en calle Chacabuco. Ahí, entre Freire y Blanco, está el círculo de suboficiales en retiro, cuyas cocinerías están a cargo hoy de El Rolo Restaurant.

Rodolfo Moyano, que trabaja con toda su familia en el lugar, cuenta que no es coincidencia que esté repleto. "La gente que está acá era asidua a este lugar y creo que nos están retribuyendo el cariño con su visita al venir al local".

El empresario, que agradece el empeño puesto por sus dos hijos y su mujer para mantener y levantar el negocio, reabrió con toda la "carne a la parrrilla".

"Tenemos comida gourmet, las carnes, las parilladas, los productos del mar y las guatitas", cuenta a la hora de detallar el menú disponible.

Sobre la reacción de las personas, "Rolo" (como se le conoce) dice que las personas son bien cuidadas a la hora de tomar medidas. "Mi familia trabaja conmigo de lunes a lunes porque tenemos compromisos comerciales que cumplir", cuenta el empresario, quien destacó a los dueños de casa que "se han portado muy bien conmigo durante la pandemia".

En la Feria Sargento Aldea también se habilitaron mesas. Gastón Correa es dueño de Ñuke Mapu, espacio que ofrece desayunos, productos integrales y helados hechos en casa. Tiene cuatro mesas y ahí ha recibido a quienes, durante las compras, quieren tomarse un descanso y disfrutar de sus productos. J

Mi familia trabaja conmigo de lunes a lunes porque tenemos compromisos comerciales que cumplir".

Quien también se tomó su primer café en Fase 3 fue el alcalde de Quillota, Luis Mella. La autoridad destacó el beneficio para los vecinos de esta nueva etapa del plan "Paso a paso". "Yo creo que ha sido bien recibido por los que pueden consumir, hay gente que ha manifestado su alegría de juntarse con amigos, familiares, tomar un café. En líneas generales, es positivo".