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Concejal de Quillota es el rey del karaoke en vivo
Dos veces por semana, Carlos Pacheco se transforma. Se cambia de atuendo, escoge un traje y corbata, prende las luces y su equipo de música, enciende la cámara y se pone a cantar. Vive solo, pero detrás de la pantalla, donde realiza sus karaokes viernes y sábado por la noche, a través de Facebook, cientos de personas se reúnen para escucharlo.
En general no se prepara mucho, "como que me sale de manera automática", explica el concejal. El estilo de sus videos es improvisado, canta lo que le piden por chat o simplemente lo que le gusta. El actual concejal y profesor de inglés quillotano tiene experiencia en presentaciones de esa índole: "El canto es parte de mi desde que tengo 4 años", dice.
Vivió de la música, tanto en formato solista como acompañado de una banda, presentándose en distintos pubs y discotecas. "No hubo escenario en el que no estuviera", afirma.
Hoy, debido a la pandemia, ese talento que lo acompañó hace años es expuesto de manera virtual. "La idea se me ocurrió porque el día 15 de marzo, cuando suspendieron las clases por la pandemia, viví una situación particular: tuve contacto con una persona contagiada y tuve que hacer una cuarentena preventiva", cuenta.
Encerrado, aburrido y angustiado, volcó sus emociones en el canto: "Me levanté y me puse a cantar para desestresarme. Canté sin parar como cuatro horas hasta que me cansé y me di cuenta de que me hizo muy bien".
Fue así como, a partir de su alivio, comprendió que este tipo de actividades podría impactar positivamente en la salud mental de los que lo rodean, quienes, en una situación similar a la suya, buscan distracción y entretención, por lo que comenzó a compartir su talento y no miró atrás.
Se sumó gente
En un principio solo lo presenciaban sus amigos, pero poco a poco esta exposición dio frutos. "Comenzó a seguirme la gente que estaba en la misma situación que yo, les había resultado atractivo y entretenido", relata. Empezó a recibir comentarios y agradecimientos, a ser visto por sus propios alumnos e incluso ser reconocido en la calle.
El apoyo que recibe durante sus presentaciones le parece irreal, sacado de un programa de televisión: "Me imagino que hay mucha gente que lo está viendo y obviamente me emociona (…) Es el momento de felicidad máxima que tengo".
Y es que el alcance de su música ha tenido un incremento exponencial. Su último video ha alcanzado las 10.000 reproducciones en lo que él describe como una experiencia muy potente: "Que te estén mirando 10.000 personas y familias, que todos lo valoren y agradezcan es genial, estoy viviendo algo maravilloso".
Para aprovechar la visibilidad, ha tratado de extender mensajes y promoción a emprendedores y comedores solidarios de su ciudad, ya que Carlos busca lograr un "impacto positivo y recíproco".
"Yo disfruto mucho el espectáculo, me hace bien, yo soy una persona que está sola en su casa, vivo solo, entonces es el único momento que tengo para conectarme con mis amigos", agrega.
Una vez terminadas las cuarentenas, Carlos Pacheco no planea detenerse, estima que esta visibilidad le ha otorgado una herramienta para ayudar a la comunidad quillotana en distintas causas benéficas: "Yo no necesito más de lo que tengo, pero hay mucha gente que está con mucha necesidad".
Para quienes quieren adentrarse y mostrarse por redes sociales como lo hizo él, plantea que una de las cosas más importantes es "hacerlo con amor (…) si uno lo hace con amor y desinterés total les va a ir bien", concluye. J
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Así viven la cuarentena en la pajarera de la plaza
Una docena de aves se mantienen al interior de la tradicional pajarera verde ubicada en la Plaza de Armas de Quillota. En medio de la cuarentena obligatoria los pájaros no han dejado de contar con los cuidados habituales, según relató la encargada de Áreas Verdes, María Angélica Figueroa.
La movilidad de personas alrededor de su entorno y el ruido ambiente se ha reducido considerablemente debido al confinamiento. Sin embargo, esto no ha sido impedimento para que las aves sigan manteniendo su calidad de vida.
Es así que las catas inseparables, palomas y tórtolas africanas que residen al interior de la estructura metálica siguen recibiendo durante las mañanas a su cuidador, quien se encarga diariamente de mantener su hogar limpio y en óptimas condiciones, así como de proporcionarles agua y alimento, que se basa en alpiste y granos.
¿Cómo estarán?
Varias son las dudas respecto a la percepción de los cambios en el entorno, tales como la reducción de movimiento y sonidos de la ciudad propios de un espacio público, que pueden notar este tipo de animales.
En este sentido, la jefa de carrera de veterinaria de la Universidad Viña del Mar, Romy Weinborn, explicó que "las aves, en general, son animales estresables. Sin embargo, las aves urbanas están más acostumbradas a vivir con el ser humano, son más resistentes a cualquier tipo de estrés".
En relación a la situación de una ciudad con movimiento restringido, Weinborn precisó que el escenario que se da es "una menor contaminación sonora o auditiva. Esto hace que las aves se encuentren más tranquilas, lo que sucede también en casi todas las especies de animales. Mientras haya menos contaminación acústica, se van a encontrar con más tranquilidad, porque efectivamente el ruido natural es silencioso".
La reducción de variables de ruido y tránsito, además, permiten que "las aves puedan comunicarse de una mejor forma", aseguró la jefa de carrera. Además, la especialista agregó que "efectivamente, si tenemos una ciudad que está en silencio y vuelve a la normalidad, les va a costar comunicarse un poco más entre ellas". J
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ningún cambio
El veterinario Jorge Ebner, quien controla la salud de dichas aves, comentó que "no ha habido ningún cambio en sus rutinas" y que solamente se ha reducido la cantidad de público que los rodea. Asimismo, señaló que quienes visitan la plaza "siempre han sido muy respetuosos" con los habitantes de la pajarera.