• Los DTs sacan la voz en plena pandemia

    Los campestres parajes de San Isidro, donde está el complejo deportivo de San Luis, se habían transformado en un paraíso para los jugadores canarios, quienes después de meses, habían vuelto esta semana a los entrenamientos presenciales.

    Sin embargo, la cuarentena decretada por el Minsal para la ciudad de Quillota, y que entra en vigencia esta noche, echó por tierra esos trabajos al aire libre.

    Salir del confinamiento en sus casas y departamentos tenía muy entusiasmados a los jugadores sanluisinos, como lo comentó el técnico Víctor Rivero.

    "Los muchachos estaban muy ilusionados de poder volver a entrenar, de reencontrarse con los compañeros dentro del distanciamiento correspondiente; esto es lo que la mayoría hemos hecho durante nuestras vidas, no solamente los jugadores, sino también el cuerpo técnico y todos los que trabajan acá... Manuel Arancibia (el utilero) venía todos los días a ver si volvíamos a entrenar", confidenció el DT.

    Más allá de lo necesario que es para los futbolistas profesionales, entrenarse como deportistas de alto rendimiento, lo que no consiguen por cierto trabajando en sus casas, el entrenador sanluisino valoró estos días y lo importante que es el contacto humano que se da en la cancha.

    "Nos dimos cuenta de la importancia del grupo, el grupo se necesita; de entrenar, por un tema psicológico. Está el tema de poder compartir, de poder conversar con alguien. Nosotros tenemos la situación de cuatro o cinco extranjeros que están viviendo solos en Concón, y la única posibilidad que tienen de conversar es al venir a entrenar, de expresar algo, de ser escuchados", señala Rivero.

    SEGUROS EN CANCHA

    Más allá de que ahora deban retomar el teleentrenamiento por las disposiciones de las autoridades del país, Rivero considera que estando en su hábitat natural, que es el campo de juego, están mucho más lejos de los contagios.

    "En el tema seguridad, creo que donde estamos más seguros nosotros, es acá (en el campo de entrenamiento). Si nos vamos a contagiar, que ojalá Dios no quiera, no va a ser entrenando ni jugando, porque es donde mejor se cumplen los protocolos. Tú vas al banco, al supermercado o la feria, y ahí tienes mas riesgo de contagiarte, igual que las personas que se movilizan en transporte público. Nosotros acá, ya sea volviendo a entrenar o cuando se retome el campeonato, los protocolos son exigentes", compara el entrenador sanluisino.

    En San Luis se han preocupado de estar al tanto de cómo proceder en distintas actividades, incluso más allá de la cancha, por lo que Víctor Rivero asegura que "nosotros manejamos el tema de los protocolos mejor que nadie, ya que tuvimos charlas con el doctor Fernando Espinoza, el encargado del COVID aquí en Quillota, porque no queríamos dejar nada al azar. Cuesta acostumbrar al jugador en un principio, a que mantenga la distancia, desde llegar a un lugar, lo que es tomarse la temperatura, la distancia en el estacionamiento, el no ocupar los camarines, la limpieza con alcohol gel, la distancia dentro de la cancha".

    De hecho, el DT cuenta que "todo eso lo aplicamos cuando fuimos a un comedor solidario (en la población Manuela Figueroa), en el cual se repartían los alimentos, la comida se iba a dejar a las casas; así que teníamos esa tranquilidad, a pesar que sabíamos que podíamos correr un riesgo, como le pasó a nuestro alcalde que se contagió por estar ayudando a su comunidad. Pero si nosotros tenemos esa posibilidad de poder ayudar, además que era un comedor realizado por hinchas de San Luis, valía la pena hacerlo y no mantenernos al margen".

    QUE SE JUEGUE

    Mientras más se prolongue el receso en el fútbol, las opciones de que los campeonatos se jueguen con cambios u otros formatos no se puede descartar, pero al estratega sanluisino solo le preocupa a estas alturas que "se termine en cancha con los partidos que sea, hay que estar preparados, si tenemos que jugar un partido para ascender, si tenemos que jugar una liguilla, o si tenemos que jugar a mitad de semana; nuestro desafío será tener preparado al equipo para lo que tengamos que jugar. Ningún equipo ha estado cien días sin entrenar, sin hacer cosas tan básicas como patear un balón o correr en una cancha de pasto", añade el director técnico. J

    Los muchachos estaban muy ilusionados de poder volver a entrenar, de reencontrarse

    con sus compañeros".

    El técnico Juan Pablo Vojvoda, de Unión La Calera, tuvo una carrera esforzada como zaguero central en su país, aunque también militó en algunos clubes de España; luego, ya retirado en Argentina empezó a trabajar con el buzo puesto, primero dirigiendo a los menores y luego dando el salto a los primeros equipos de Defensa y Justicia, Talleres de Córdoba y Huracán entre otros equipos, hasta que le llegó el ofrecimiento desde Unión La Calera para venirse a Chile a proyectar una trayectoria, aún joven, como entrenador.

    Y mal no le ha ido mientras rodó la pelota, pues en lo poco que se alcanzó a jugar, logró meter al equipo rojo en el subliderato del torneo detrás de Universidad Católica, y además pasó una llave en la Copa Sudamericana. Pero vino la pandemia y quedó todo congelado, por lo que Vojvoda se resigna y cuenta que "estamos en esta espera que muchas veces se torna muy larga, no queda más que cuidarse entre todos, porque esa es la mejor manera para poder volver a la normalidad. Esta es una situación que ninguno de nosotros habíamos vivido, ya que la última pandemia fue hace más de cien años. Por lo mismo, todos podemos hablar, todos podemos dar consejos, pero la realidad es que ninguno de nosotros había vivido algo así, es algo nuevo y algo duro. Está afectada la salud de todos, por lo hay que ser muy responsables para cuidarse uno mismo, y así cuidar a la sociedad".

    Pero una mirada del DT calerano sobre esta epidemia global no es desechable, ya que entre el ir y venir entre las canchas y las bancas, este vecino de un pequeño pueblo cordobés llamado Cruz Alta, tuvo tiempo y la capacidad intelectual para estudiar medicina.

    "Yo he terminado los estudios de medicina, pero todavía no tengo el título porque siempre me he inclinado por seguir el camino de lo que me apasiona, que es el fútbol. Cuando me faltaba el último mes y medio para concluir mi práctica, me salió una oportunidad para dirigir en Primera División (Newell's Old Boys), y bueno, opté por lo que me apasiona. Soy egresado porque terminé de rendir todas las materias, pero no tengo el título para ejercer la medicina", aclara Vojvoda.

    MÉDICOS EN EL BARRO

    Aun así, el entrenador del cuadro calerano ha estado muy atento siguiendo las informaciones sobre la pandemia, "porque sobre medicina siempre me gustó leer, informarme mucho, ya que eso me permite salir un poco de lo que es el mundo del fútbol, porque creo necesario tener otra mirada hacia la sociedad. Estoy convencido que la medicina y el fútbol son dos tareas muy cercanas y dedicadas al ser humano".

    Y es que de no haber aparecido el balón en su vida, Juan Pablo Vojvoda estaría quizás en primera línea luchando contra el coronavirus, aunque el DT tiene una particular visión y considera que "tanto el profesional de la medicina como el profesional del fútbol tienen presiones. Los médicos están preparados para soportar este tipo de presiones como las que tienen ahora, decidiendo la vida de un ser humano que tienen en sus manos, tienen una enorme responsabilidad; y el jugador enfrenta partidos con 40 mil personas donde a veces tiene que definir la alegría o tristeza de un país, cuando juegan selecciones nacionales.

    Sobre los médicos que ahora están sometidos a una gigantesca carga, Vojvoda dice apreciar que "cada uno está en su papel, algunos deben estar entregando la información que es tan relevante en esta pandemia, de tratar de aconsejarnos; otros están directamente vinculados con la tarea de salvar vidas, y otros están literalmente metidos en el barro, tratando de hacer, entrecomillas sucio, de meterse en medio de los contagios, como sucede en este caso".

    UNA BAJA ENTRENANDO

    Esta semana Unión La Calera debió revelar, muy a su pesar, que ya estaban entrenando en cancha hace varios días, en el campo que tienen en Mantagua. Todo porque el delantero Sebastián Sáez se rompió los ligamentos de su rodilla, y desde la clínica donde lo atendieron se filtró la información.

    Transparente como es, Vojvoda comentó como han estado trabajando en terreno, y aseguró que "el club ha cumplido los protocolos que dicta el ministerio de Salud y la ANFP; hemos empezado con pequeños grupos, no son como los entrenamientos que estamos acostumbrados, con todo el plantel junto, y conviviendo en el vestuario. Estamos ahora bajo protocolos muy rigurosos, empezando a entrenar de a poco, cada jugador llega ya vestido, entrena muchas veces de forma individual, otras veces en pequeños grupos, termina el entrenamiento con un distanciamiento lógico que tenemos que sostener, y se van todos a sus casas. Estamos tratando de empezar a caminar, como todos, para esa fecha que se dio del 31 de julio, aunque es posible que ese inicio se aplace". J

    Estamos bajo protocolos muy rigurosos, empezando a entrenar de a poco, cada jugador llega vestido ya".