• Limachina surfeó la olas y el COVID-19 en el aeropuerto

    Noemí Álvarez es una deportista de tomo y lomo, pues una enfermedad que sufrió a los nueve años (síndrome Guillaín Barré), y que le quitó la movilidad en las piernas, no le ha impedido practicar distintas disciplinas, como básquetbol en silla de ruedas y surf paralímpico, que es la especialidad que le ha dado más satisfacciones a esta joven de la zona más tradicional de Limache.

    En 2013 comenzó a interactuar con su tabla y las olas, en especial en la playa La Boca de Concón, que es el lugar ideal para la práctica del surf, que en el caso de Noemí, es arrodillada sobre la tabla. Y esa especialidad que en un principio no la convencía mucho, ha llevado a esta deportista a cuatro mundiales como parte de una selección chilena que hace unos días se presentó en el World Para Surfing Championship 2020, competencia que reunió a surfistas de 22 países, y que se disputó en La Jolla Beach, en la ciudad estadounidense de San Diego.

    ELUDIÓ EL VIRUS

    Por la pandemia del coronavirus que afecta al planeta, la competencia en California fue más corta, y la delegación chilena pudo regresar al país antes que cerraran las fronteras.

    Noemí cuenta que las limitaciones provocadas por el COVID-19 afectaron el evento mismo, ya que "la delegación de Italia no pudo asistir porque le tenían prohibida la entrada, y las portuguesas solo estuvieron un día y debieron devolverse. Hubo otros equipos, europeos en general, que estaban muy complicados por lo que pasaba en sus países. Nosotros igual estábamos con cuidado, pero allá no se decía casi nada de Chile".

    La esforzada deportista está segura en su casa en Limache tras haber llegado el lunes, pero lo más inquietante de la travesía ocurrió al pisar suelo chileno en el aeropuerto de Santiago. Así lo relata la destacada surfista, y parte ironizando.

    "El aeropuerto de Santiago es el mejor centro de salud, jaja. No, lo que pasa es que el papel para firmar por si tienes los síntomas del coronavirus lo dieron en el aeropuerto, no arriba del avión, para tenerlo listo y entregarlo", reclama Noemí Álvarez.

    Eso produjo, según la deportista limachina, una gran aglomeración. "Se juntó gente de todos los vuelos, a nosotros nos tocó al lado de unos japoneses. Era todo un desorden, a mí me tomaron la temperatura en la frente, fue un caos con unos intentos de hacer fila". La mundialista concluye que "si no me contagié en el avión, me contagié en el aeropuerto; aunque no he presentado síntomas, y estoy en mi casa pese a que no nos ordenaron hacer cuarentena ni nada".J