• Alimentan a 140 animales con sólo dos litros de agua

    Luego de vivir una desafortunada experiencia que literalmente los dejó en la ruina, Macarena Valdés y su esposo Marco Aceituno se vinieron junto asus tres hijos de Santiago y se instalaron en La Ligua. Allí, desde cero, impulsaron el emprendimiento "Granja La Pachamama", que les permite alimentar a 140 animales con sólo 2 litros de agua diarios.

    No fue fácil, porque estaban en la cercanía de Los Molles, en un terreno árido, claramente afectado por la sequía, pero consiguieron el apoyo del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap) y con el Programa de Desarrollo Local, Prodesal, La Ligua, lograron que con los 5 mil litros de agua que les llega todas las semanas a través de un camión aljibe, fueran capaces de criar un ganado y producir su propio forraje verde hidropónico.

    "Como no tenemos la posibilidad de tener más agua nos hemos enfocado en tratar de reciclarla y utilizarla de la mejor manera posible como, por ejemplo, generando el forraje verde, cultivando hortalizas en camellones reciclables con riego a goteo y la reutilización del agua. Esto nos genera un gran beneficio, porque nos da la posibilidad de tener nuestras propias frutas y verduras y también alimento para los animales", explica Valdés.

    Aporte proteico

    Para producir el forraje, la familia utiliza dos litros diarios de agua para regar uno de los seis mesones de madera que tienen con semillas de avena que, previamente han pasado por un proceso de lavado y reposo en oscuridad. Luego, a los seis días, el forraje está listo para ser consumido por los animales.

    Según explican, cada kilo de avena es capaz de producir 10 kilos de forraje verde hidropónico.

    "Es el mejor alimento que podemos producir para nuestros animales en este momento de sequía. Les genera un aporte proteico e hidratación, por lo tanto, el ganado produce más leche (...) Cada kilo de avena se transforma en 10 kilos de forraje que nos permite alimentar 140 animales entre vacas, cabras, ovejas, alpacas, cerdos, jabalíes, conejos y pavos", consigna la emprendedora.

    Respecto del cultivo de hortalizas que realizan en paralelo con el forraje, reutilizan bateas de plástico de desecho y como sustrato usan el guano compostado de sus animales.

    "Tenemos bateas recicladas dispuestas en pendiente, lo que permite regar por goteo y reciclar el excedente del agua al otro extremo de la batea para regar los camellones restantes con las verduras que producimos, como repollos, tomates, zapallo italiano, cebollas, betarraga y acelgas", destaca Valdés.J