• Pionera en la conducción de ambulancias se luce en Quillota

    12.30 del día. Es martes, apenas segunda jornada de la semana laboral, pero Paula Alarcón ya suma varios traslados de pacientes en la ambulancia municipal de Quillota en menos de 24 horas. El ritmo es agotador y, con otro traslado programado para la tarde, el tiempo disponible para sentarse a almorzar es escaso. Sin embargo, la sonrisa no se borra del rostro de esta quillotana. Realmente ama lo que hace, y se nota.

    Esa fascinación por ser una pieza clave en lograr mantener el bienestar de los pacientes de la comuna nació el 2008, cuando comenzó a trabajar en una empresa privada de ambulancias, en Quillota. Luego de eso, acostumbrada a los desafíos, decidió probar suerte como conductora de maquinaria pesada en una empresa minera en Catemu, pero con esa labor cumplida con creces y el "bichito" de trabajar por quienes tienen alguna dificultad de salud, luego de cinco años se decidió a volver a tomar el volante de una ambulancia. Desde entonces, ese vínculo con el área de Salud Municipal se ha mantenido imperturbable.

    La primera

    Cuando se le pregunta si se siente una pionera, con la seguridad que la caracteriza, Paula mueve la cabeza afirmativamente sin titubear. "Siento que he hecho mi aporte, no siendo arrogante", comenta esta quillotana.

    Ese aporte al que se refiere la mujer comenzó a entregarlo hace más de una década y, por ese entonces, siendo una verdadera colonizadora en tierra de hombres. De aquel tiempo, recuerda Paula, "el 2009, por ahí, hice el curso de Prehospitalario en Trauma en Viña, en el Colegio de Paramédicos. Ahí se juntan conductores, paramédicos, enfermeros a hacer ese curso y ellos tenían conocimiento (porque iban conductores de todo Chile a hacer el curso) que era yo la única mujer que conducía ambulancia". Con el correr de los años se fueron sumando más féminas, pero la quillotana sigue imperturbable en su sitial de pionera.

    La confundían

    En estos años que Paula lleva recorriendo las calles de Quillota sobre una ambulancia han sido decenas las anécdotas que ha vivido. Si bien nunca ha tenido que soportar algún comentario ofensivo hacia su labor de conductora de ambulancia, por ser un trabajo habitualmente asociado a los hombres, sí han ocurrido situaciones bastante llamativas.

    En varias de las ocasiones, cuando recién estaba incorporándose a esta labor, Paula recuerda que "cuando llegaba a los hospitales, pensaban que yo era la paramédico o era la TENS, y yo les decía 'no, yo soy la conductora', porque me pedían a mí que yo les entregara el paciente". Frente a esas instancias de confusión, la mejor estrategia que tomaba esta quillotana era no tomárselo como una muestra de cuestionamiento a su labor y mostrar seguridad.

    Aquella seguridad que demuestra Paula durante su jornada laboral es percibida a metros de distancia, y de eso está de acuerdo la enfermera a cargo de la ambulancia municipal, Belén Pérez. La profesional de la salud no duda un instante en calificar a la conductora como "un gran aporte para nosotros, ya que tiene conocimientos de área pre hospitalaria también, de anticipación, y eso nos ha ayudado bastante". A todos esos pergaminos hay que sumar que ahora está terminando sus estudios de Técnico en Enfermería. J