• En El Trigal se organizaron para hermosear y cambiar su barrio

    En el límite norte de la ciudad de La Calera, sector de El Trigal, la calle Salvador es la que está en la rivera del río Aconcagua, y en un segmento de ella, los espacios frente a las viviendas que eran - y son todavía- depositarios de desperdicios de todo tipo, le daban un muy mal aspecto al lugar.

    Afortunadamente, esta situación ha ido cambiando con el tiempo gracias a que algunos vecinos han realizado verdaderas intervenciones urbanas para ir cambiando su entorno, instalando en el sector novedosos rincones que le han dado un atractivo especial a este barrio de la periferia.

    Uno de los elementos que más van a botar muchos inescrupulosos al sector, son neumáticos en desuso, de los cuales muchos aún se encuentran apilados en un lado de una explanada frente a las casas. Sin embargo, los residentes más motivados se pusieron manos a la obra, y encontraron en esas viejas llantas un implemento a utilizar para desarrollar un colorido sector de juego.

    Los vecinos tomaron esos neumáticos, vieron cómo les podían sacar provecho, pensaron ideas, los pintaron y muchos de ellos terminaron dando vida a jardineras en forma de los populares minions. Otros fueron pintados de blanco, azul y rojo, para conformar una gran bandera chilena que corona un sector de juegos infantiles.

    YERBAS Y CANCHAS

    Luis Rivera es uno de los vecinos de calle Salvador que ha estado involucrado en la creación de estos espacios para embellecer el barrio. "Nosotros somos los que hacemos los trabajos aquí, jardineando y también reciclando, porque esto estaba lleno de escombros. Hemos sacado toda la basura porque, entre otras cosas, queremos hacer un jardín con yerbitas medicinales. Tenemos matico, borraga, menta; es que hacen falta para tratar algunas enfermedades. Medicina natural es difícil encontrar a veces", comentó este residente, graficando un poco el espíritu de comunidad que reina en este lugar de La Calera. Otro proyecto ambicioso que ya toma forma son las canchas que "ya les está creciendo el pasto", dicen, además del espacio destinado a una pista de bicicross.

    En las canchas que están en la parte superior de la explanada realizan partidos y hasta campeonatos con el club Unión Salvador, que representa al sector.

    "Lo importante es que a este lugar le ha cambiado la cara, hemos ido ganado espacios para los niños sobre todo, antes ellos andaban quebrando botellas, ahora tiene un espacio limpio para jugar", comentó Rivera, sobre una calle que está pavimentada, y que involucra a dos juntas de vecinos.

    "Aquí estaba asociado con el río, y la gente pensaba que el río era sinónimo de basura, venían de otras lados a dejar desperdicios. Ahora hemos cambiado el chip, el río hay que cuidarlo, es un pulmón verde, el río como que identifica a la comuna. Ojalá las autoridades se den una vuelta por acá para que vean el cambio", espera este residente.

    LOS PAJARITOS

    Pero si hay un pionero en la calle Salvador que comenzó hace algunos años a cambiarle la cara al lugar, ese es Mario Arqueros, quien desde el otro lado del río, de Maltería, llegó a vivir al sector.

    A él se le ocurrió comenzar a construir una especie de mini zoológico, fundamentalmente "cazando pajaritos en el cerro y trayéndolos para acá. Tengo diucas, yales, jilgueros, cometocinos, chirigües", cuenta este poblador que también mantiene algunas gallinas, que antes eran más, junto a patos y hasta cabras, pero "me los fueron robando", lamenta.

    Aun así, el llamado "Wuinzo" ("la gente de acá inventó ese nombre") es una atracción en el barrio. Arqueros mantiene su creación con llave, pero gustoso lo abre cuando alguien desea ver los pajaritos. De hecho, cuenta que "hay bailes chinos que vienen acá cuando hay una fiesta religiosa cerca y le bailan a las imágenes de la virgen y Sor Teresa que tengo aquí".

    El gestor del "Wuinzo" también recoge perros sin hogar y les da refugio y comida. "Es mejor a que anden en la calle y les peguen o los atropellen", estima Mario Arqueros, quien dentro de la instalación desarrolla otras pasiones, como fabricar aviones de madera o mantener un collage de imágenes y recuerdo de Unión La Calera, club del que es hincha. J