• Millonaria recompensa del FBI por paradero de calerano prófugo

    En una inédita resolución donde se involucra a un chileno por primera vez, la Oficina Federal de Investigaciones, FBI por sus siglas en inglés, ofreció una millonaria recompensa para quien entregue información respecto del paradero del calerano Mauro Ociel Valenzuela Reyes quien actualmente tiene 49 años y que está prófugo de la justicia norteamericana desde el año 1999.

    En un póster emitido en distintos idiomas y que se puede descargar directamente desde la página web de la institución www.fbi.gov se señala que "el FBI ofrece una recompensa de hasta $10.000 dólares (6.470.000 pesos chilenos) por información que conduzca a la ubicación y captura de Mauro Ociel Valenzuela Reyes", además se entrega información personal, como así también una recreación digital de su probable apariencia física actual.

    La historia

    Pero ¿cómo llega este chileno nacido en La Calera un 18 de abril de 1969 a ser uno de los fugitivos que busca Estados Unidos y donde además se ofrece una suculenta recompensa?.

    Según publicaciones, Valenzuela Reyes se fue buscando una nueva vida y fortuna a Miami donde se casó un año más tarde con la norteamericana Elizabeth Dulinger. Formaron una familia y tuvieron dos hijos que viven en la ciudad de Atlanta, Georgia.

    "Valenzuela logró obtener el título de mecánico de vuelos en el país del norte y trabajó en las compañías de gran reconocimiento en el espectro aéreo, como lo es Mc Donald Douglas. Finalmente, logró entrar a SabreTech, donde estaba contratado como 'contract coordinator'", señala un artículo publicado por La Tercera.

    Un accidente

    El sábado 11 de mayo de 1996, el calerano trabajaba como cualquier otro día en un taller de reparaciones de aviones ubicado en el aeropuerto de La Florida junto a otros dos compañeros.

    Hasta ese taller había llegado el avión de la empresa ValuJet para su correspondiente mantención y aquel 11 de mayo salió el vuelo 592 desde el aeropuerto de Miami con 105 pasajeros y 5 tripulantes.

    Cuando llevaban apenas seis minutos de vuelo, un intenso humo salió desde la cabina de los pasajeros, el piloto intentó devolverse, pero no lo logró y el avión cayó en llamas en una zona pantanosa de Everglades. Nadie sobrevivió.

    La investigación apuntó hacia la empresa de mantención donde trabajaba el chileno y se descubrió que antes del vuelo, los encargados de Sabretech habían cargado en la bodega generadores de oxígeno químico envasados que fueron catalogados como carga inofensiva debido a que el encargado de embalaje de ValuJet creyó que estaban vacíos y utilizó como protección burbujas de aire de plástico, pero durante el despegue se activaron los generadores e inflamó el embalaje de plástico generando el incendio.

    Buscado

    Junto con una millonaria multa que llevó a la empresa a la quiebra, se condenó a los tres trabajadores entre los que estaba el calerano, pero el 1999 se le perdió la pista cuando no acudió a declarar.

    Mauro Valenzuela Reyes ahora es buscado por "desacatar y resistir orden y mandamiento lícitos del Tribunal de Distrito Federal para el Distrito Sur de Florida; no comparecer a juicio; conspirar para rendir declaraciones falsas a la Administración Federal de Aviación y al Departamento de Transporte; rendir declaraciones falsas a la Administración Federal de Aviación y al Departamento de Transporte; causar el transporte de materiales peligrosos". Desde el 6 de abril de 2000 que hay una orden de captura sobre él, pero no ha sido ubicado.

    Según publicó emol hace un tiempo, hasta el 2015 tenía dirección particular y comercial registrada en Avenida Los Castaños de Viña del Mar. Además, contaba con un departamento en la calle Sargazos de la misma comuna. Por otra parte, hasta febrero de 2013 se desempeñaba en obras menores de construcción (contratistas, albañiles y carpinteros). J

  • Absueltos

    Al parecer, la decisión de Mauro Valenzuela de no acudir a declarar en 1999 fue una mala idea, puesto que sus dos compañeros investigados junto con él, Danny González y Eugene Flores, fueron absueltos, ya que se comprobó que los cartuchos de oxígeno habían sido desechados por los trabajadores, pero fue personal de la misma aerolínea que los subieron al vuelo por error. Consultada la PDI de La Calera, no ha habido ningún requerimiento desde el FBI para iniciar una búsqueda.