• Para aplaudir: niño pegó chicle en una butaca y volvió a pedir disculpas

    Una insólita situación se gestó hace unos días en el Centro Cultural Leopoldo Silva de Quillota cuando los encargados del aseo se dieron cuenta que en una de las butacas de una de las salas del recinto había un chicle pegado.

    De inmediato se empezó a buscar al dueño de ese chicle, pero para mala suerte de ellos, justo ese evento no había sido fotografiado como suele hacerse.

    Así lo sostuvo el director del centro, Carlos Carmona, quien señaló que "habitualmente fotografiamos al público y cuando ha habido alguna una irregularidad, nos ha servido para reclamar a la institución desde la que vienen y pedimos que sean cuidadosos, pero justo ese día, no tomamos fotos".

    Como no había forma de saber quién era el descuidado, Carmona, que además es administrador del fanpage de facebook escribió una irónica publicación que decía "como saben, siempre devolvemos las cosas extraviadas en el Centro Cultural. Así que amigo o amiga, le tenemos su chicle que dejó olvidado hoy bajo la butaca del Teatro. Puede pasar a buscarlo en horario de oficina".

    Comentarios

    La publicación de inmediato fue compartida y generó decenas de comentarios, pero lejos de quedar ahí, tuvo un desenlace inesperado.

    "Este fue un desahogo y nunca pensamos que iba a generar repercusión. A los días después llega un papá con su hijo de unos 6 a 7 años y piden hablar con el director, los recibí y el papá me dice 'mi hijo te quiere decir algo'. El niño da un par de pasos adelante y bien afectado, pero muy firme, me contó que ese día había venido al teatro con su papá y que había cometido el error de entrar mascando chicle que él sabe que no se hace y que después había cometido el segundo error de pegarlo debajo de la butaca, por lo cual pedía disculpas y luego que dice 'vengo a pedir disculpas' agachó la cabeza y dejó caer los brazos a los lados, fue bien histriónica la escena, pero había mucha sinceridad en lo que estaba diciendo", relató el director.

    De inmediato Carmona le dio la mano, aceptó sus disculpas, le regalaron un jarrito del Centro Cultural, le dijeron que volviera, que las puertas estaban abiertas para él, pero que no entrara mascando chicle.

    Esta vez, Carlos Carmona, acudió nuevamente a las redes sociales a contar la segunda parte de la historia generando todo un revuelo que se replicó incluso en sitios web de noticias a nivel nacional

    no es lo único

    Pero Carlos Carmona señaló que en estos meses que tiene el hermoso Centro Cultural de Quillota no es lo único que la gente ha dejado en las butacas y suelo del recinto.

    "Han dejado pañales, latas de bebidas, de cervezas, pañuelos con todo tipos de fluidos corporales, escupo y mucha basura. El otro día alguien preparó pan con mortadela y quedó todo el teatro pasado en plena actividad, detectamos a un par de jóvenes entrando con una caja de pizza, pero es parte del proceso de formación de audiencia, son situaciones excepcionales, pero ocurren", señaló. J