• En emotivo adiós de pequeña Ámbar vecinos no dejaron hablar a su madre

    Amanece. Globos blancos, grises, rosados y morados arropan a la Plaza de Armas de Los Andes. También se aprecian flores. Y pancartas con un mensaje triste: "Vuela alto, pequeño angelito".

    A unas cuadras de allí, la Parroquia de la Asunción se aprecia iluminada como sus vitrales. A las nueve de la mañana partió la misa para despedir a Ámbar Lazcano Páez, la bebé de tan solo un año y ocho meses, que murió tras ser violada y golpeada, el pasado sábado en Rinconada de Los Andes.

    Por el horrible crimen está formalizado su tío Miguel Andrés Espinoza Aravena, de 30 años de edad, ex candidato a concejal de la comuna y conocido locutor radial, ahora apodado "Chacal de Rinconada", quien cumple prisión preventiva en el Complejo Penitenciario de Alta Seguridad en Valparaíso.

    Ante lo inexplicable, un bálsamo: la palabra del párroco Gerardo Herrera de la Parroquia de la Asunción. "Vivimos en una sociedad donde la violencia y la injusticia comienzan a normalizarse. Ámbar es una mártir, testigo del sufrimiento de muchos niños en este país".

    Romería y cementerio

    Tras la misa, Pedro Caballería, alcalde de Rinconada, comenta en un rincón: "Conozco a las dos familias, la están pasando muy mal. Sienten mucha impotencia. Esto conmueve no sólo a Rinconada, sino a todo el país".

    A eso de las 10.30 de la mañana, el cortejo fúnebre avanzaba a paso de procesión entre aplausos, flores al viento, más globos -como en el hospital San Juan de Dios- y cánticos que se multiplicaban en señal de respeto. La multitud no paraba de entonar por Ámbar. Gritaba "¡justicia!" y "que pague el agresor".

    El cementerio Parroquia Santa Rosa de Los Andes, ayer fue testigo de una de sus jornadas más tristes: el féretro, encaminado al pequeño nicho bajo árboles, estaba cubierto por peluches, velas, mientras desde varios celulares se oía el tema regalón de Ámbar. La abuelita de la niña, la señora Rosa, sentada y entre sollozos, sostenía con angustia: "Esto es doloroso, mi nieta… por qué tuvo que ser ella. Mi angelita...".

    "Que se vaya la madre"

    En el camposanto, el ambiente se caldeaba: empujones, gritos y amenazas, como las recibidas por la mamá biológica de Ámbar, Tabita Páez, conocida como Taby, a la que impidieron dar un discurso y tuvieron que sacar escoltada, al borde del desmayo, con carabineros y un paramédico en medio de vociferaciones que la inculpaban por la muerte de lactante. "Ándate, una madre debe estar con sus hijos", lanzaba María Díaz, de Putaendo, cuya voz se confundía con "que se vaya la madre", de otros presentes.

    Claudia y Margarita Cerda son primas de la otra abuelita de Ámbar, llamada Jaqueline. A coro alegan: "Fue lo más bajo y ordinario… aunque haya sido lo que fuera, era su madre. Tiene el deber de apoyar a su hija". Elizabeth Madariaga, amiga y vecina de Claudia Cerda, sale a la defensa de 'Taby': "Está embarazada; le querían pegar, lincharla. También cuando velaban a su hija, hacían los mismos escándalos, ningún respeto".

    Washington Saavedra, presidente de la junta de vecinos en la Villa Los Copihues, la misma donde vive la madre de Ámbar, intenta apaciguar las aguas con paños fríos: "Se puso en riesgo la integridad de la madre de Ámbar. La tuvieron que sacar los familiares por su resguardo y evitar conflictos".

    A esa hora, el Presidente Sebastián Piñera, firmaba un proyecto de ley: la no prescripción de los delitos sexuales contra menores. Y es que el caso de Ámbar, que falleció por presunta violación y golpes en Rinconada, sembró un precedente.

    Andrea Cortés recolecta firma. Se denomina como la vocera de "Todos por Ámbar" y anuncia que hoy habrá una marcha a contar de las 12 del día, desde la Plaza de Los Andes hacia el Parque Urbano. "Luchamos por que se haga justicia por Ámbar, Mateo y Sofía".

    Pero todavía es jueves. El mediodía se acerca. Así como los cientos de globos blancos, grises, rosados y morados ya empinados rumbo al cielo. Todo mientras un letrero, en retirada como gran parte de esta romería masiva con los ánimos un tanto más templados, anuncia: "Vuela alto, pequeña Ámbar". J